Quiero Ser Libre

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El día de su boda fue algo con lo que siempre soñó, cuando vio por primera vez Sasuke soñó que su boda sería con él y ella planeó todo, en secreto por supuesto, más o menos por qué lo escribió todo en un cuaderno rosa super decorado como un pastel cremoso con encaje y brillantina, fantasías de una niña.

Cuando llegó el día de casarse, la que se supondría que sería la única vez, no fue como lo soñó, pero al menos fue feliz ya que era con el hombre que ella amaba, lo amaba profundamente, luego esa ilusión se quebró cuando la abandonó. Ahora que tiene una segunda oportunidad de hacer la boda de sus sueños a su gusto con un hombre maravilloso que la ama, ahora él le dice que tiene que contratar una coordinadora de eventos.

Se supone que las organizadoras ayudan a que todo quede perfecto y listo en el menor tiempo posible, pero el problema es que cuando se quiere que todo se realice en un tiempo increíblemente corto se tienen que recortar o eliminar los planes de los novios para dejar solo lo esencial para la ceremonia en sí.

Y no solo era por ellos sino también el tiempo de los invitados para que todos los que amaban fueran partícipes de ese evento y para él era fácil ya que solo tenía a su nana, pero ella tenía a sus Sensei's, sus amigos junto con sus familias, sus padres y lo más importante, Sarada. Quien ya había aceptado que se iba a casar, más sin embargo puede que le lleve tiempo procesar que sea demasiado pronto.

Inhaló profundamente antes de decir lo que tenía que decir sabiendo que existía la posibilidad de que se enfadara con ella.

—¿Quieres adelantarlo por que me quieres o es por qué no confías en mí? -preguntó Sakura apenas.

Kiyoshi frunció un poco el ceño y desvió la mirada, soltándole las manos. Eso a Sakura le dolió.

—¿Te he dado razones para dudar de mí? -preguntó un poco brusca -mandé al diablo a Sasuke, con quien me voy a casar es contigo ¿me escuchase bien? CONTIGO.

—Lo sé, pero tienes que entenderme. Estuviste enamorada de él tanto tiempo, fue tu esposo, es el padre de tu hija y tuviste dudas cuando comenzamos a salir, es normal que estos miedos regresen ahora que él está de regreso.

Y claro que era normal, pero ahora él debería entender tomó una decisión, a quien eligió o de lo contrario ya lo habría dejado.

—¿Escuchaste lo que acabo de decir? YO lo mandé al diablo, él es el padre de mi hija y solamente eso, solo tendría ese lugar en mi vida en lo que respecta a las decisiones que tomemos sobre Sarada restringiéndose a eso y tomé la decisión de darte el "sí" porque tú me enseñaste lo que es amar de verdad -intentó tranquilizarlo Sakura.

—Sí, pero Sarada parece estar emocionada con él.

—¿Qué esperabas es su padre?

—Un padre que la abandonó.

—Pero tampoco se borra de la mente todo lo que le he compartido de él cuando era una niña, lo idolatraba demasiado, siempre queriendo ser tan fuerte como él, nunca fui capaz de hablarle mal de él, además de que cuando ella despierte su Sharingan él será el único capaz de enseñarle a manejarlo.

Ahora ella era la que tenía razón, no podía mantener a la niña alejada de su padre si ambos estaban de acuerdo en verse y a pesar de que Kakashi tenía experiencia con el Sharingan no era lo mismo que un pariente de sangre con el mismo don familiar para ayudar a perfeccionarlo.

—Ella te respeta y eso no va a cambiar, ella sabe que su padre y yo tenemos nuestras vidas separadas y que yo decidí rehacer la mía contigo.

Kiyoshi sonrió volviendo a verla, era cierto que tenía sus dudas, infundidas por lo que era el regreso de Sasuke, pero tendría que confiar en Sakura y en su amor sincero, esa bella característica suya que la hacía perfecta a sus ojos.