04

830 92 14
                                    

El olor a café y magdalenas recién hechas inundaba el restaurante donde bebían café con Ino. Intentaban juntarse por lo menos una vez por semana debido a las ocupaciones de ambas, pero si llegaba a pasar algo importante lo hacían de nuevo. Sakura tenía la leve sospecha que Ino lo había querido así para estar informada de los avances en su nueva relación después de dos años de su divorcio con Sasuke.

Sí, dos años. Dos largos años de la "tragedia" más grande de su vida sentimental, donde quedó con el corazón destrozado luchando cada día para sacar adelante a su hija, su razón de vivir, sola, aunque no estaba completamente sola, tenía a sus amigos y a sus padres, pero en el sentido emocional se sentía sola y seca por dentro.

Si no había vuelto a saber de él más que los regalos que mandaba a su hija para navidad y para su cumpleaños. Que por cierto parecían siempre fuera de lugar, como si no supiese que regalar o le encomendara la tarea a otra persona que no conocía un ápice de Sarada, realmente no sabía nada de su hija.

También se corría el rumor que el gran Sasuke Uchiha tenía una chica nueva en su cama cada día. Que no había aldea o ciudad en donde dejara de ser un mujeriego, que no había princesa, dama, millonaria, gran señora que no suspirar por uno de sus besos. Por supuesto esto sólo eran suposiciones, simples habladurías que hacían las personas a su alrededor. Quizá para hacerla sufrir o simplemente por ser chismosas, pero eso no evitaba que le hiciera daño. Conocía a Sasuke o más bien suponía conocerlo, pero estaba seguro de que él preferiría la soledad antes de tener muchas aventuras de una noche, además de que más pareciera que están hablando del Sasuke de otra dimensión que conoció hace mucho tiempo.

Aunque sinceramente ya no sabía que pensar ante toda la situación que vivió por los últimos dos años. Ya no conocía a Sasuke Uchiha.

En su caso parecía que su vida personal era un completo y absoluto fiasco. Muchas mujeres suspiraban por la relación casi perfecta que tenía con el famosísimo Doctor Takahashi, pero nada que dentro de cuatro paredes la hiciera suspirar y no porque fuera un mal pretendiente, pero es que él no era el problema...

La del problema era ella.

—Creo que hiciste muy mal Sakura, él no se lo merecía –fue lo que le reclamó Ino.

Sakura escondió su cabeza entre su brazos y suspiro pesadamente. ¿Por qué su corazón se negaba a amar nuevamente? ¿Por qué seguía enamorada de un hombre que rápidamente le dio vuelta a la página después del divorcio? ¿Por qué cada vez que estaba con Kiyoshi deseaba que este fuera Sasuke?

—Lo sé –dijo abatida.

Ino cruzo los brazos inconforme

—No tienes excusa para lo que le hiciste, mira: 1. Sarada lo adora, 2. Es respetuoso y 3. Créeme que después de todo este tiempo juntos y que no te halla obligado a eso, hasta que estés convencida. Lo hace un hombre muy respetuoso además de paciente. ¿Sabes cuántas chicas se mueren por él y el solo ha tenido ojos para ti todo este tiempo?

Otro suspiro largo y pasado salió de su boca. Si Ino quería hacerla sentir mal, lo había logrado. Ahora mismo pensaba que era una dejada, ni siquiera habían formalizado una relación a pesar de que ya tenían bastante tiempo juntos.

—Aun piensas en él ¿no?

Sakura abrió los ojos y procedió a negar con la cabeza, pero Ino no le creyó para nada. Ella conocía bien a su amiga, pero no quería que creyera que seguía siendo la misma idiota. Así que le mintió.

—No es eso

—¿Entonces qué es? –preguntó curiosa.

De esto no todo era mentira el miedo que sentía, nunca mentiría sobre eso que la atormenta por las noches.

Quiero Ser LibreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora