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Los días pasaron como todos por igual, él no sentía nada de nada. Solo quiere irse de ahí ahora que ya había resuelto esa situación podía irse de la aldea sin ningún remordimiento de la aldea y sin ninguna atadura que le impidiera seguir con su viaje, solo había un pequeño problema.

—Sasuke—grito una mujer desde su espalda—Sabes de sobra que soy abogada no Shinobi y la verdad no sé vivir en el bosque.

La abogada que se la había prendido como garrapata. Sasuke detuvo la marcha para verla con fastidio.

—No te estoy pidiendo que vengas—susurró muy tranquilo mientras pasaba las grandes puertas de Konoha.

Mientras seguía caminando, intentaba ignorarla.

—No te entiendo –murmuró la mujer.

Sasuke no contesto y siguió caminando como si no estuviera ella allí. Ella se tuvo que quitar los tacones y correr con los pies descalzos lo más rápido que sus pies se lo permitían y lo alcanzó.

—¿No pensarás en dejarme aquí? —le pregunto tomando a Sasuke del brazo, luego subió con sus dedos hasta llegar a su cuello— recuerda que dejamos algo pendiente —susurro intentando besarlo, pero él se separó con una mueca de disgusto.

—No tengo nada pendiente contigo—dijo fríamente.

Ella cruzo los brazos por debajo de sus pechos y haciendo que estos se levantarán. Era algo que hacía para que los hombres perdieran el hilo de sus pensamientos, pero Sasuke jamás bajo los ojos.

—Por mi eres libre. Normalmente los trámites llevan varios meses, pero soy muy buena abogada.

Dijo intentando acercarse nuevamente con movimientos sugerentes, pero nuevamente Sasuke la ignoró.

—No me quieras ver la cara de estúpido, sé que los trámites son más rápidos cuando no hay una custodia de por medio. Además, te pague muy bien por ello.

—Puede ser, pero yo pensé que podíamos... Que te quedarías más tiempo conmigo.

Sasuke detuvo su caminar y la volteó a verla con indiferencia.

—¿Que te hace pensar que me quedaría contigo solo porque ya no estoy casado?

La mujer se acercó más a Sasuke y mordió discretamente el lóbulo de su oreja.

—Yo te puedo dar lo que no de daba ella—murmuro en su oído.

—Creo que estás confundiendo las razones por las que la deje, pero no tengo porque darte explicaciones.

Sasuke el tomo de los hombros y la retiró de su cuerpo con mucha más fuerza de la que utilizaría con una mujer.

—¡Eres un fiasco! –exclamó la mujer con indignación

Sasuke no protesto y empezó a caminar

—¡Sasuke! —grito con desesperación, pero ni aún así logro que él se detuviera —Eres un maldito hombre sin corazón.

—Eso lo debiste suponer

—¿Porque?

—Por que fui capas de dejar a la mujer que juré amar y a nuestra hija.

La mujer se dejó caer de rodillas con lágrimas en los ojos. Había sido engañada de la peor manera. Él había tomado lo que el quiso de ella y luego la había botado como si fuera solo un objeto, tal y como había echo sin mirar a tras con su propia familia...

 Él había tomado lo que el quiso de ella y luego la había botado como si fuera solo un objeto, tal y como había echo sin mirar a tras con su propia familia

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