Un Fightmaster

706 53 41
                                    


Es una broma.

Me he repetido que evidentemente ha sido una broma lo que ha dicho Linda, pero es una broma que me pone los pelos de punta.

—Hablare con él lo antes posible —dice mamá, que al parecer está tratando de contactarlo—. ¡Fuera de servicio! ¡Ese niño...!

Miss Lady al igual que su hijo, están más que sorprendidos. Tina y Teodoro no dejan de mirarme, como si esperaran a que yo me desmayara o algo así. Pero la verdad es que sigo pensando en el mensaje de Linda.

"Se le da bien eso de ser un Ladrón"

¿Ryan podría serlo? Él ha hecho cosas bastante horribles, pero robar es algo que no podía creer de él. De verdad quiero bofetearme, sé que es una broma, una maldita broma, de otra manera no creo que Linda lo diga así como si nada.

¿Pero de donde ha sacado el dinero? Una casa cuesta demasiado dinero y dudo que alguien como él tenga una cantidad de esa magnitud. Bueno, ni siquiera ahorrando. Quizá él ha pedido algún préstamo, o quizá ha vendido pertenencias para costearlo... o quizá hizo ambas y ahora él está endeudado.

— ¿Van a aceptarlo? —Mamá desiste del móvil, y mira a Miss Lady, quien ha hecho la pregunta. Después me mira a mí, esperando a que diga algo.

—Ha sido un gran detalle, pero no creo que podamos aceptarlo. No tengo idea de cómo Ryan ha conseguido el dinero para pagarlo, pero sé que no puedo permitirle que haga eso.

Mamá tiene razón. Ryan se ha excedido, y aunque deseamos tener de vuelta la casa, no podemos permitir que él gaste su dinero en esto. Ni siquiera quiero imaginar lo que ha tenido que hacer para conseguir el dinero. —Mañana mismo iré a buscarlo para dejar las cosas en claro ¿de acuerdo?

—Estoy de acuerdo, mamá.

Después de ese impactante momento, mi cumpleaños no se sintió igual. Mamá y yo nos sentíamos preocupadas. Intentamos dejarlo pasar, al menos por mis amigos que aún seguían festejando conmigo, pero la ansiedad de saber cómo Ryan había conseguido el dinero para comprar la casa, nos mantuvo despiertas toda la noche.

Mi madre se quedó conmigo. Quisiera decir que lo pasamos bien, pero en serio no pegamos ni un ojo en toda la noche. Lo peor es que teníamos que estar despiertas a primera hora: ella tenía un vuelo que tomar y yo tengo que estar con Luiggie para el debate.

—Todo saldrá bien. Luiggie como líder es bastante bueno —Me anima con una gran sonrisa—. ¿De verdad no te molesta que le devuelva el regalo a Ryan?

—No, mamá. Amo esa casa, pero no me siento cómoda con que Ryan haya gastado tanto.

Mamá me da una sonrisa a boca cerrada y me acomoda el cuello del saco. Yo le cepillo el hermoso cabello y después le doy un abrazo. —Lía, me gustaría preguntarte algo y me gustaría que fueras honesta.

Mi corazón ha comenzado a acelerarse.

Asiento con la cabeza, sin tener la más mínima idea de saber que me dirá.

— ¿Pasa algo entre Ryan y tú?

He sentido los ojos casi salirse de su lugar y a mi corazón casi detenerse.

Trago duro, muy duro.

— ¿A qué te refieres?

—Bueno, él te ha hecho este regalo. No es cualquier regalo.

Mi respiración se ha vuelto anormal y mis palpitaciones se han acelerado tanto, que estoy segura que ya los ha escuchado. —No entiendo lo que quieres decirme. ¿Piensas que pasa algo entre él y yo? ¿Algo amoroso?

El Placer en la Oscuridad [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora