Hoy volví a nuestra casa y la vi más vacía. Cada día que pasa, está más fría.
Borró con odio la frase que acababa de escribir. Tiago estaba sentado frente al escritorio de su habitación y volcaba rimas sobre el papel para aplacar el sufrimiento. Eso es lo que la psicóloga le había recomendado hacer: simplemente escribí todo lo que guardás adentro. Sacálo. No importa que no tenga coherencia, escribí lo que te nazca en el momento.
Habían pasado seis meses de la muerte de su padre y Tiago no dejaba de sentirse miserable. Era solo un adolescente cuando su vida dio un giro de ciento ochenta grados y no estaba listo para afrontarlo.
Su madre lo había llevado a terapia cuando notó que pasaba horas eternas encerrado en su habitación; apenas salía para comer y, a veces, ella o su hermana menor, Nicole, debían llevarle la comida al cuarto. Él se sentía agotado, sin fuerzas para ir a la secundaria, estudiar o siquiera para llevar una vida normal.
Había días en que no tenía ganas de comer y todo lo que le llevara su hermana, lo dejaba arriba del escritorio sin siquiera probarlo. Todavía no entendía cómo hacía Nicole para ser tan fuerte. Él había entrado en un estado de crisis el día que la policía llamó a la puerta de su casa. Su madre fue quien atendió y, después de cinco minutos de conversación, la vio romper en llanto.
Tiago nunca olvidaría el momento en que el policía le explicó a su madre que el oficial Pacheco, padre de Tiago y de Nicole, había fallecido en un tiroteo donde hubo ladrones y policías involucrados.
Los días siguientes a ese comunicado, Nicole logró mantener la calma con solo quince años... No como él. Tiago estaba convencido de que su hermana era la más fuerte de la familia. Ella seguía yendo a la escuela con regularidad, seguía esforzándose en el estudio y lograba aplacar el dolor con la rutina. Él faltaba a clases casi todos los días y estaba seguro de que recursaría el año. Ya no podía socializar y había perdido la cuenta de cuándo fue la última comida que compartió con amigos, el último cumpleaños que festejó, el último bar al que fue...
Su teléfono celular vibró sobre el escritorio, sacándolo de sus pensamientos. Su mejor amigo lo estaba llamando. Respiró profundo para salir del trance de los recuerdos de su padre.
―¿Qué onda, perro? ―contestó al fin, intentando sonar animado, pero sin lograrlo.
―¿Qué hacés, tanto tiempo? ―respondió Claudio.
―Son las dos de la madrugada... ―dijo Tiago y rio―, mucho no se hace a esta hora, ¿no?
Hubo un segundo de silencio que pareció un minuto.
―Estás demasiado desaparecido y te extrañamos con la banda... Hoy vamos al Quinto, ¿te prendés?
Tiago resopló. Miró de reojo la cantidad de rimas que había estado escribiendo desde la muerte de su padre... Tranquilamente podría componer un rap y cantarlo en el Quinto Escalón, pero se sentía tan muerto por dentro que creía que rompería en llanto si llegaba a pisar ese escenario.
―No, amigo, no hay ganas.
Si hubiesen estado hablando por videollamada, Tiago estaba seguro de la cara que estaría poniendo Claudio en ese momento.
―Te veo el lunes en el cole ―dijo Claudio, muy secamente, y colgó.
Tiago quedó pensando.
Las conversaciones por Whatsapp con sus amigos se volvían cada vez más cortas. Al principio, ellos insistían para que él saliera del encierro, pero todas las veces se había negado y sus amigos habían dejado de insistirle. Claudio era el único que seguía invitándole a pesar de tener por seguro que Tiago no iría.
Sostuvo la hoja de papel en la que había estado escribiendo hacía un rato. Estaba borroneada, pero algunas frases seguían legibles y, súbitamente, recordó las sesiones de terapia, en las cuales podía desahogarse y hablar infinitos minutos sobre lo vacío que se sentía.
¿Qué le dirías al hombre que mató a tu padre? le había preguntado su psicóloga una de aquellas veces. Tiago no supo qué contestar aquella vez, pero ahora miles de insultos cruzaban por su cabeza, en la intimidad de su cuarto era libre de expresarse como quisiera y no tenía miedo de ser cruel cuando escribía.
Tiago se apresuró a sujetar una lapicera y comenzó a escribir con una intensidad desbordada... Simplemente, escribí todo lo que guardás adentro.
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ENTRE NOSOTROS / Tiago Pzk / Lit Killah / Nicki Nicole / María Becerra
Roman pour AdolescentsEste fic está dedicado al tema "Entre nosotros" de Tiago, Lit Killah, Nicki Nicole y María Becerra. En el video vemos a Tiago haciendo terapia grupal, a María Becerra sufriendo bullying en la escuela, a Lit Killah robando y a punto de ser atrapado...