El Quinto

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Como era de esperarse, la discoteca donde se libraría la competencia de rap esa noche estaba situada en un barrio muy pobre de la villa treinta y dos. Era muy peligroso andarse merodeando por esos lugares en plena madrugada. Pensó Nicole que si su madre llegaba a enterarse, se desquiciaría.

En general, Nicole no solía temer al ambiente de las batallas de rap porque siempre iba en compañía de su hermano, y eso le generaba tranquilidad. Tiago era conocido en el Quinto Escalón y muy respetado por la comunidad de traperos y, en definitiva, por toda la audiencia. Según el represente de esas batallas, Tiago era de los mejores raperos que había pisado esa competencia y, gracias a eso, Nicole había logrado hacerse un lugar cuando se animó a rapear frente al inmenso público que iba a verlos cada fin de semana.

—¡Viniste, Nicole! —dijo Janet, lanzando un grito de alegría. Se apresuró a ir hacia donde estaba Nicole y la abrazó con entusiasmo—. ¡Qué lindo verte!

Nicole le respondió con un abrazo cálido. Desde la muerte de su padre, Janet y el resto de sus amigos habían sido muy contenedores con ella y con Tiago. Nicole estaba complacida de que esa noche estuvieran todos reunidos ahí para ayudarla a despejarse.

—¿Tiago no vino? —preguntó Carla cuando vio a Nicole acercarse al grupo únicamente en compañía de Claudio.

Nicole estaba segura de que Carla sentía cosas por Tiago. Era la primera en notar su ausencia cada vez que Tiago faltaba a alguna reunión, y la llamaba a Nicole con preocupación cuando Tiago se ausentaba en la escuela o se encerraba en su habitación durante días, sin dar pistas de estar con vida.

—Decidió quedarse en casa —dijo Nicole—. Intenté convencerlo de lo contrario antes de salir, pero ni siquiera me abrió la puerta de su cuarto.

Justo en ese entonces, un rapero subió al escenario y empezó a hablar con un micrófono en la mano.

—Quienes estén acá para oír un buen rap, ¡alcen las manos! —Todo el público se abalanzó hacia delante a las atropelladas. Nicole casi cae al suelo luego de ser empujada por una oleada de fanáticos. El sujeto continuó hablando tras los festejos del público. Todos lo conocían muy bien, se trataba de Elle, el anfitrión de las batallas del Quinto—. Me alegra que estén animados esta noche porque nos toca un duelo entre los dos mejores de la semana: ¡Malcom Bits y Asa Tey! —El furor de la gente no se hizo esperar. Todos alzaron las manos y gritaron de la emoción—. ¡Suban al escenario, malditas perras! —gritó el presentador y, luego de unos segundos, dos hombres jóvenes estaban arriba.

Ambos vestían ropas muy holgadas y llevaban gorras en las cabezas.

—Saben cómo es esto —les dijo el presentador a los dos—: Tienen que poner cinco mil cada uno. El que gana, se lleva los diez mil. —Malcolm y Asa asintieron, buscaron la plata en los bolsillos de sus jeans y se la dieron a Elle—. ¡Que empiece el duelo! Tienen un minuto cada uno para defenderse y contraatacar. Recuerden que hay dos rondas y el público decide quién saldrá campeón... ¿están listos?

Los alaridos desenfrenados de la multitud ensordecieron a Nicole. Claudio aprovechó para pasar un brazo sobre sus hombros. Ella sintió el gesto algo incómodo, pero no dijo nada. Sabía de las intenciones de Claudio hacia ella desde hacía meses, pero procuraba hacerse la desentendida. Se escabulló del abrazo de Claudio con lentitud y sutileza. Él sintió el rechazo, pero tampoco dijo nada. Al final, quedaron parados uno al lado del otro, pero con cierta distancia.

Soy un monstruo del rap...

Malcolm había empezado a rapear, mientras el Dj hacía sonar el bajo. Todo el público prestó atención.

Soy un monstruo del rap,

a mí nada me detiene.

Cuando entro al Quinto,

el micrófono a mí viene...

Los festejos y alaridos del público se hicieron sentir de inmediato.

Soy adelantado para vos,

no podés competir conmigo.

Me da lástima tu flow

tan barato. Che, amigo...

Ubicate conmigo

que puedo ser tu viejo.

Tu mamá me llama

ardiente y me grita:

"¡ay, pendejo!".

La gente empezó a reír a carcajadas. Nicole quedó algo enfadada con el rap; Malcolm no le agradaba mucho, siempre se metía con las madres o las hermanas de sus oponentes y las trataba de zorras. Y hasta donde sabía, había estado preso.

Elle le quitó el micrófono a Malcolm y se lo pasó a Asa. El Dj volvió a tocar el mismo bajo.

Me dijeron por ahí

que hablabas de mí

sin conocerme.

Ahora que te escucho

doy fe de que sos un bruto.

En realidad,

tus insultos no me molestan.

Rapeás mal

y no improvisás las letras.

El público festejó a Asa con aplausos.

Necesitás estudiar en tu casa

para pararte acá

y eso me da lástima.

De mi mamá,

quedate tranqui...

No miraría a un tipo

que nunca trabajó en su vida

y que se gana la guita de arriba

con ayuda de los papis.

—Uhhhh —exclamó el público ardientemente, mientras Asa le arrojaba el micrófono de regreso a Elle.

Elle se paró en medio de ambos raperos y levantó la mano de Malcolm. El público aplaudió, pero cuando fue el turno de levantar la mano de Asa, la gente se volvió frenética. Era una clara victoria para Asa.

—¿Estamos todos de acuerdo en que eso fue una paliza? —le preguntó Elle al público.

—Voy por unos tragos, ¿te traigo alguno en particular? —le preguntó Claudio, despabilando a Nicole.

Ella titubeó antes de responder.

—Alcohol no —pidió con cara lastimosa—. Mañana voy a ayudar a mamá y a mi tía Miriam en la feria. No quisiera ir borracha —dijo, pero acabó arrepentida tras haber soltado lo último.

Los ojos de Claudio expresaron sorpresa.

—¿Entonces vas a estar en la feria mañana? —preguntó Claudio, y Nicole se maldijo internamente por haberlo anticipado.

—Sí, voy a ir a la feria mañana —sentenció. Ya no tenía forma de mentir al respecto. Habría preferido estar en el puesto de la feria únicamente con su tía y su madre, pero era obvio que Claudio inventaría una excusa para aparecerse y estar a su lado.

En el fondo, Claudio era un gran chico, merecía una muchacha que lo amara de verdad, pero él estaba empecinado en que esa chica fuera ella y Nicole jamás le había demostrado otro sentimiento más que pura amistad.

—Ok —acabó diciendo Claudio—. Entonces una cerveza para mí y una cerveza sin alcohol para vos. Ya vuelvo. —Le guiñó el ojo y se fue hacia la barra.

Nicole se insultó a sí misma por ser tan torpe y decidió volver a prestar atención a la batalla de rap. Estaban en el entretiempo, todavía faltaba la segunda y última ronda, y esperaba que ganara Asa.

ENTRE NOSOTROS / Tiago Pzk / Lit Killah / Nicki Nicole / María BecerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora