Enamorarse de un chico de otra nación es complicado...
____, una joven aventurera de Liyue, fue de aventuras a la nación Mondstadt, pero nunca pensó encontrar en ella al amor de su vida...
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Las ilustraciones, personajes, etc... No son mías. Lo...
Al salir de la taberna nos dirigimos hacia la Sede de Caballeros de Favonius a ver a la Maestra Intendente, ya que según lo que dijo Amber, el chico Aether podría estar en cualquier parte en ese momento.
Amber: Vas a amar a la Maestra Intendente, ¡Ella es tan genial...!
_____: Al parecer la adoras mucho, ¿Verdad Amber?
Amber: ¡Claro que sí, es maravillosa! Controla todo Mondstadt ella sola. A veces me da pena de ella, no tiene tiempo para ella misma...
______: Es bastante obvio, tiene toda una nación sobre sus hombros, no debe ser para nada fácil
Amber: Tienes razón... Un momento... Aquél es el viajero? Vaya! Que suerte verlo por aquí! AETHERRRRR!!!
Fuimos detrás de la ojos ámbar la cuál se dirigía a un chico rubio que tenía una.... "Algo"? Con el...
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Amber: ¡Oh! Es verdad, lo siento Paimon. _____, ella es Paimon, la acompañante de Aether
Paimon: ¡Ahora sí! Hola _____!
_____: ¡Hola Paimon!
Nos quedamos hablando un rato mientras caminábamos hasta la Sede junto a Aether y Paimon
______: Oye, Aether - le susurré al chico rubio -
Aether: ¿Si _____?
______: ¿Qué es Paimon exactamente?
Aether: Emm... Bueno.... No sé qué es exactamente, pero podría decirse que es mi comida de emergencia
Paimon: ¡Paimon escuchó eso, Eres muy cruel!
Entre risas y charlas llegamos a la Sede y hablamos con Jean, la cuál es muy amable, sin dudas una persona genial y digna de admiración. Al salir de la Sede, nos despedimos de todos y salimos rumbo a nuestras casas, o "lugares donde sobrevivimos", en mi caso me dirigí hacia la posada, dónde me quedaría por lo menos dos meses o uno. Era bastante acojedora, me gustaba. Al entrar a mi habitación donde me quedaría pude ver qué no era tan grande pero tampoco tan pequeña, tenía el tamaño ideal. Estaba conformada por dos camas para solteros, una mesa redonda con dos sillas y dos ventanas. Estaba bastante bien para ser pequeña. Dejé mis cosas sobre la mesa del pequeño comedor y fui a abrir las ventanas. Al hacerlo, pude ver al chico trenzado caminando con un paso torpe por las calles de Mondstadt cantando una canción de una forma muy... Borracha...
