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_Háblanos de ti_ me dijo Wanda y eso hice.

Les conté todo y me arrepentí al ver sus caras de asombro y lástima, pero sobre todo me arrepentí porque Madison se sintió pésimo al haber dejado ir a su pequeño hermano Billy a aquella organización que me había hecho malgastar mi vida.

Quise alivianar la situación y empecé a hablarles de viejas anécdotas con mis amigos.

_Una vez Winston apareció con un perro que llegó en la Caja, diciéndonos que apenas lo vio, no se separó de él y no quería que se comiera la carne que debía cortar para que Sartén la cocinara. Finalmente decidimos atarlo en una reja de la granja y comenzó a ladrar, sus ladridos eran tan agudos que por un momento pensamos que se había enfermado y eran sus últimos días. Minho bromeó con eso durante todo el día y lo nombró como Ronco, burlándose de su voz tan extraña_ terminé de contar con una pequeña sonrisa, que para mi suerte me devolvieron.

Luego ellos comenzaron a contarme sobre su vida juntos.

_Cuando estábamos reparando la casa Cameron se calló en un peldaño de la escalera que se partió en el momento en el que lo pisó, lo más divertido fue que Kyle lo ayudó a levantarse y se rió de él por al menos 2 horas, por lo que Cameron no se quedó atrás y lo empujó "sin querer" haciendo que se cayera al barro que había delante de la construcción, creo que aún escucho a Kyle quejarse por eso, su ropa aún sigue con las manchas_ contó Wanda.

Y así pasó nuestra tarde entre risas y anécdotas suyas o mías. 

Recolectamos comida que encontramos entre los escombros y finalmente volvimos a la casa donde terminamos el día con un molesto Kyle diciendo que los guardias eran unos incompetentes que no pararon la pelea que se generó entre él y otro chico que afirmaba que la manzana que Kyle sostenía en su mano le pertenecía y que, cuando finalmente decidió intervenir le dio la razón al otro chico, quien se quedó con la manzana de Kyle y se lo restregó en la cara durante un buen rato.

Debí suponer que lo bueno no dura para siempre.

Debí saber que las cosas no iban a seguir con charlas divertidas y "búsquedas del tesoro".

Debí saber que esos amigos no durarían para siempre y que ese lugar no iba a durar por el resto de mi vida.

Sobre todo debí saber que pronto nos convertiríamos en cranks, quizás más rápido de lo que esperábamos...

Debí disfrutar mis días con ellos... 

Antes de perder la cordura... The Maze Runner (Newt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora