KAKUCHO HITTO

9.7K 333 58
                                    


Era tanta su belleza que él se sentía realmente triste por solo poder visualizarla con un ojo. Le parecía lamentable. Ella merecía ser vista con total atención, con admiración.
Con su 1.65 cm de altura, cuerpo bien trabajado y esa carita de angel se había robado el corazón de Kakucho de un momento a otro. Él estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. Todo. Él era verdaderamente leal a ella.

________ se subió a la cama, gateo hasta llegar a él, y se sentó encima de el abdomen del hombre.

-Hola.

-Hola.

Él pasó su mano sobre las suaves piernas de la mujer. Simplemente no podía quedarse quieto, sus manos debían estar sobre ella cada que tenía la oportunidad, le parecía irresistible.

-Escuche por ahí que tienes una boca que sabe hacer bien su trabajo.

Su voz juguetona, mientras tomaba las manos del tipo para ponerlas a ambos lados de sus caderas.


-Es verdad. Pero, si quieres comprobarlo posiblemente te dé un trato especial...

Apretó las caderas de la chica, y la movió un poco hacia abajo, la quería sentir y justo la colocó donde quería... El calor en su parte íntima comenzaba a notarse.

-¿Un trato especial? Lo acepto. ¿Cómo sería dicho trato?

Le sonrió. Él amaba que ella soriera pues sus ojos se enchinaban y eso le parecía precioso. ________ se meneo un poco solo para sentir la entrepierna del muchacho, la entrepierna que comenzaba a tomar vida. Ahora él estaba sonriendo.

-Es un secreto.

-Me gustan los secretos.

Kakucho levantó su espalda del colchon para acercar su cara a _______ y poder besarla. Colocó sus labios en los de ella, y de manera suave depositó besitos, en la nariz, en las mejillas, en la frente. Besó su cara para que ella supiera que él la quería muchísimo. Porque sí que la quería. Tenían ya casi dos años de relación y él parecía estar casi casi encantado con un hechizo, pero, ¿quién podía culparlo? ______ era demasiado atractiva, y también era muy interesante.

Después de depositar besos suaves, tomó su cara y la besó pero esta vez la besó con pasión, atrapó sus labios con desenfreno y ella se entregó a ese beso. Le correspondió abriendo la boca permientiendo entrar la lengua del muchacho, permitiéndose sentir aquel dulce sabor que tenían sus labios. Él la devoraba, la mordía, y ella se sentía deseada.

Kakucho se separó del beso para quitarle la blusa, para quitarle el sostén y para poder apreciar sus pechos. Aquellos pechos del tamaño suficiente como para hacerlo perder la cabeza. Los tocó con ambas manos, mientras veía la reacción de la muchacha. Ella lo miraba mordiéndose su hinchado labio, esperando que se llevara sus senos a la boca, porque sí, Kakucho sí que sabía usar bien sus labios y lengua, sabía hacer bien su trabajo.
Tentó ambos pechos con sus traviesos dedos. Los amaso, se permitió adorarlos con sus manos, y los ponía duros apretandole los pezones con la fuerza suficiente. ________ comenzó a gemir cuando sintió el frío de su saliva, él se había llevado el pecho izquierdo a la boca y su pezon estaba siendo torturado por la lengua del muchacho. Ella cerró los ojos con fuerza cuando los afilados dientes de Kakucho mordieron el pezon enviando así placer puro que hizo estragos en su entrepierna.

-Puta madre, Kakucho. Nunca me cansare de esto.

Él le respondió levantando su cadera para chocar su pene ya erecto en la vulva de ella, que supiera que él ya estaba duro de solo tocarla. Que el simple hecho de besarle las tetas lo ponía muchísimo. Los suspiros de placer comenzaban a llenar la habitación. Menos mal que estaban solos en la casa.

-Quiero probarte, ________. Quiero lamer aquella dulce zona tuya...

Kakucho no se había alejado del todo de los pechos de la chica, así que cuando hablaba el aire que salía de su boca estimulaba más los pezones de ella.

-Hazlo, hazlo, por favor.

Ella asentia con los ojos cerrados, con sus piernas bien ancladas a la cintura de él para poder sentirlo más cerca. Para apretarse y frotarse.
Kakucho volvió a besarla en los labios, mientras se volvía a recostar en el colchón, llevandose a ella con él.

-Quítate lo que te queda de ropa. -Demandó.

Interrumpieron sus besos, y ella se bajó de la cama. Él siguió todos sus movimientos, miró como las fragiles manos de _______ desabrochaban su falda, tela de algodón cayó al suelo, dejando a la vista aquella tanga que él le había comprado.

-Mirate, eres toda una diosa, tan bonita... Date la vuelta lentamente por favor...

Ella obedeció, se sentía poderosa. La cara de Kakucho era un verdadero poema. Su semblante siempre brillaba cuando la miraba, pero cuando la miraba desnuda... Ella se sentía como la mujer más guapa del mundo. Se dio la vuelta lentamente, se tomó de los glúteos y los apretó para él.

-Hey, no los toques, para eso me tienes a mí.

_______ soltó una risita. Y quitó la ropa interior, lentamente, solo para frustarlo un poco.

-Ya, ahora ven y siéntate aquí. - Dijo él, apuntando con su largo dedo, su rostro.

Ella puso una enorme sonrisa. Le gustaba muchísimo aquello. Era adicta a que él le hiciera sexo oral, pero era todavía mejor cuando lo hacia sentada sobre él. Le gustaba sentarse en él, que su boca la recibiera gustosa.

Se subió a la cama, echó un vistazo a los pantalones del chico, y miró como su pene quería salir de ahí, cómo la llamaba, pedía por ella. _______ se compadecio así que lo sacó de esa molesta tela. Sacó el falo, admirando así su largo y ancho, las venas que sobresalían molestas. ______ se lamio los dedos, y, Kakucho gimió cuando ______ pasó dichos dedos por el glande húmedo.

-Te dije que vengas para acá. - Tomó a regañadientes la mano que lo estaba tocando.

________ procedió a poner sus piernas abiertas a cada lado del atractivo rostro de Kakucho.

-Mirate, estás toda mojada, ________.

Tomó las caderas de la chica para acercar su vulva a su cara, y cuando la puso de manera más cómoda, comenzó a hacer su trabajo.
Kakucho pasó su lengua saboreando el exquisito sabor de la chica. Lamio los labios con suavidad. Ella sí que estaba toda mojada, y estaba tan caliente... Dejó de ser suave para besar su vulva ahora con ferosidad, lleno de deseo. Apretaba su boca contra los labios femeninos, pasaba su lengua por la entrada... _________ inclinaba sus caderas para sentir más, para sentir su lengua más profunda... Sus manos estaban apretando el respaldo de la cama, tan fuerte.
Kakucho decidió que era hora de jugar con el clitoris, así que su lengua comenzó a atender a dicho lugar. Daba círculos, círculos rápidos, fuertes y con una presión... La boca de Kakucho era envidiable, quien fuera ________ para disfrutar de aquella boca.

-Por favor... - Una súplica.

Ella se molia contra él, sus caderas haciendo círculos también, buscando un alivio. Kakucho apretaba sus muslos, los dedos se quedaban marcados en la carne de estos

-Me gusta cuando pasas tu lengua por ahí... Ahí... Sí, sí...

El calor en su entrepierna estaba siendo demasiado para ella. El nudo de su abdomen bajo amenazaba con deshacerse.
Kakucho mordió uno de los muslos internos de la chica, y dijo:

-Vamos. Sólo correte en mi cara, preciosa.

Ella sintió el placer en todo su cuerpo. Sus piernas apretando la cabeza del muchacho, que seguía estimulando su parte íntima, que seguía de travieso entre esos pliegues humedos.
El órgasmo de _______ había sido bien recibido en la boca de el más alto. Él le dio una sonora nalgada, mientras ella luchaba por respirar y recuperarse.

-Causarte placer es un deleite.

One Shots ToMan +18 LEMONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora