¿Refugio o nueva jaula?

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No, aún no era el final, el barco salvavidas avanzaba y cruzó el arco que dividía a Shingashina de su distrito vecino pero el pánico estaba lejos de terminar.
Otra explosión acompañada de una luz parecida a un rayo color naranja se provocó de nuevo en la reciente apertura que el colosal titán había abierto de una patada, la ciudad estaba sumida en caos, otro ataque.
Un titán cubierto de una dura coraza apareció en donde se generó la explosión, este era mucho más pequeño que el primer gigante pero su tamaño era de unos imponentes quince metros, lo suficiente para asesinar y causar daños irreparables en el distrito.

Pronto, el acorazado comenzó a correr velozmente en dirección al muro Maria, a esa velocidad y con la pesada armadura que poseía seguramente provocaría una grieta en esta otra muralla.
Sin preocuparse por qué o quién se encontraba a su paso, el titan no se detuvo, impactaría con la muralla en cuestión de segundos. Y así fue, de nuevo, el suelo tembló, una nueva nube de polvo cegó a la ciudad y cuando está disminuyó se contempló la nueva apertura en la muralla Maria, la humanidad estaba doblemente indefensa y había perdido parte del poco territorio que les pertenecía. Como hormigas la humanidad había sido exterminada, humillada y pisoteada, el miedo generalizado hacia los titanes se había incrustado en la sociedad a partir de ese momento, desconfianza y pavor se volvería un sentimiento constante en cada individuo y la incertidumbre y paranoia de creer que en cualquier momento un evento como este podría suceder de nuevo se apoderó de la mente de cada persona dentro de las murallas, nadie durmió tranquilo a partir de entonces, la humanidad era el ganado que vive en el matadero esperando su inevitable muerte.

Ahora que también la muralla Maria estaba fracturada y los titanes habían ganado terreno, los barcos de auxilio tuvieron que avanzar aún más y cruzar a la muralla Rose, Andri junto con otros 500 pasajeros del barco fueron trasladados a un antiguo almacén de alimentos que ahora fungiría de refugio.

Pero la tensión en el refugio era constante y día tras día iba en aumento ya que la comida pronto escaseó.
Andri llevaba cuatro días en el refugio, había comido poco y se había inmerso en sus pensamientos, poco a poco recordando y repasando los hechos que ocurrieron aquel trágico día, no tardó mucho en nacer un odio profundo en lo más interno de la niña, de no haber sido por esos dos titanes nada de esto habría pasado, ella estaría en casa con Pierre y sus primos, que, por cierto ¿qué había sido de Ruby, Luca y Ross? Andri no lo sabía, al llegar al refugio los buscó día y noche, pero nadie los había visto y no los encontró, tenía la esperanza de que hubieran sido llevados a otro refugio o que los encontraría pronto entre tanta gente.

En fin, Andri también sentía culpa hacia ella misma, si no hubiera asustado al caballo y no hubiera corrido tras él, posiblemente hubiera podido salvar a Pierre; dentro de Andri surgían pensamientos y emociones que no eran normales para una niña de diez años. En su estancia en el refugio tuvo que ver por ella misma, estaba completamente sola y su carácter fuerte y agresivo comenzaban a hacerse presentes.

Inmersa en sus pensamientos Andri comenzaba a desesperarse, la cantidad de gente era demasiada dentro del refugio, tenía hambre, sueño y el sentimiento de encontrarse atrapada le causaba una emoción de impotencia que la estresaba demasiado.

Quería volver a casa, posiblemente Ross, Luca y Ruby la estaría esperando allá, tenía que volver de inmediato, el refugio se había vuelto el recipiente de sus pesadillas y pensamientos más obscuros y no quería seguir hundiéndose en ellos, quería salir y volver a casa.
Enojada, asustada y con una mezcla de cientos de recuerdos y emociones negativas y traumáticas se acercó a la pesada puerta de madera del refugio e intentó abrirla, golpeó y pateo todo lo que pudo pero sus esfuerzos fueron nulos y habían llamado la atención de los soldados de escudo de rosas que portaban los de las tropas de guarnición que supervisaban.

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