Advertencia en una pesadilla

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Pov. de Andri

Caminaba descalza por el bosque, sentía las hojas y ramas bajo las plantas de mis pies, el ambiente era frío pero no me incomodaba, me sentía en casa en el bosque ya que lo visito seguido, aunque me encontraba sola sabía que a mi alrededor había cientos de seres y criaturas igual de vivas que yo, todo era pacifico a su manera ya que la naturaleza puede ser tan severa como hermosa, pero en esa ocasión me encontraba en paz. Escuchaba a los pájaros y me preguntaba cómo sería tener alas y volar a donde sea que quisiera pero seguí caminando hasta que de pronto me tope con un venado, era realmente imponente, su tamaño era bastante superior al mío y sus astas, aunque afiladas e intimidantes, eran hermosas. Pensé en lo increíble que es que una criatura posea algo tan bello y al mismo tiempo tan peligroso; este no parecía inmutarse por mi llegada, me miraba fijamente pero ¿que era una niña en comparación con un animal como ese?

Pronto, se escuchó un crujido detrás mío, el ciervo levantó las orejas con sorpresa, se le notó tenso y al ver lo que se encontraba detrás mío hecho a correr velozmente.
Yo no volteé atrás, sabía que fuera lo que fuese era peligroso, lo podía sentir, me devoraría si no escapaba, sin mirar atrás corrí tras el venado lo más rápido que pude. Podía ver la parte posterior del ciervo mientras corría tras de el, mientras huía me asustaba cómo la criatura que iba tras de nosotros había roto el ambiente pacifico que habíamos establecido sin siquiera un aviso previo.

Aves, conejos, incluso depredadores como los lobos del bosque salían de sus guaridas y corrían en la misma dirección que el venado y yo, una dirección sin rumbo, se había vuelto un caos en el bosque, era sobrevivir o morir.
Lo que fuera que nos perseguía nos pisaba los talones, pronto escuché los pesados pasos de nuestro persecutor, PAM-PAM-PAM cada vez más fuerte y con mayor rapidez, PAM-PAM-PAM, no podía soportar seguir corriendo, estaba agotada y el venado también, era el fin, me atraparía.
PAM-PAM-PAM! Justo antes de que la bestia me tomara, desperté de un sobresalto.
-ANDRI! Despierta ya niña! Se nos va a hacer tarde- Ruby gritaba al otro lado de la puerta de mi habitación mientras golpeaba con sus nudillos, PAM-PAM-PAM.
Yo seguía sudando y jadeando gracias a la pesadilla de la que acababa de despertar
-Y- Ya voy!- dije con una voz algo temblorosa desde mi cama.
-Apúrate que ya estamos todos listos, solo faltas tú- dijo Ruby, se escucharon sus pasos alejándose y bajando las escaleras.
-Dios, que sueño tan extraño - me dije a mi misma y aún con una sensación muy extraña me levanté de la cama y me puse la ropa para salir.

Mientras salía de mi habitación y bajaba las escaleras escuché a Ross y Luca discutiendo
-Ten cuidado idiota, esto es frágil, tiene que llegar completo hasta Shinganshina, no como la última vez- reclamaba Luca mientras Ross lo arremedaba con voz burlona.
-Ya lo se, tú encárgate de subir el resto a la carreta- decía Ross mientras se escuchaba como movía las cajas de madera.

Pronto recordé que hoy era uno de esos días en que teníamos que ir hasta Shinganshina a hacer entrega de los materiales que comerciábamos.
El negocio familiar de comercio se había extendido desde que Pierre se hizo cargo tras la muerte de Tina, su hermana, en los últimos años, Pierre, con ayuda de Ruby, Ross y Luca; se habían encargado de transportar materia prima como madera, hierro, vidrio  e incluso alimentos como trigo y papas de un distrito a otro, yo era muy pequeña para hacerme cargo pero siempre los acompañaba en estos viajes y travesías. Era curiosa por naturaleza y la aventura me emocionaba.
Esa mañana estaban todos terminando de subir la mercancía a la carreta.

- Les ayudo en algo?- pregunté, aunque notaba que ya habían terminado de alistar todo para nuestra partida.
- Miren quien despierta por fin! Se te hizo algo tarde no Andri? Ya terminamos - dijo Luca de manera burlona, mientras Ross soltaba una sonrisa al fondo de la sala. Mis primos no eran malos conmigo, pero nuestra diferencia de edad nos marcaba una brecha, no nos llevábamos mal, pero tampoco me consideraría cercana a ellos. Siempre estaban fuera de casa encargándose de tareas y trabajos así que no convivía del todo con ellos, había cariño de familia, pero no más que eso.
-Y Pierre?- pregunté mientras tomaba un pan de la mesa de la cocina y le daba un mordisco.
- Esta afuera con Ruby, estaban terminando de ponerle las riendas al caballo- mencionó Ross mientras caminaba hacia la salida de la casa con la última caja en los brazos, seguido de Luca. - Vente que seguro ya terminaron, ya nada más faltaba esta caja, seguro ya nos vamos- yo salí detrás de ellos.

Tal como Ross lo había dicho, Pierre y Ruby estaban ahí fuera, Ruby ya se había sentado en la parte posterior de la carreta junto con algunas cajas y Pierre estaba terminando de revisar ruedas y riendas cuando nos vio salir.
-Ya listos? Nos esperan unas buenas 6 horas de camino, mientras antes nos vayamos mejor- dijo Pierre mientras se subía a la carreta en la parte del cochero o conductor tomando las riendas.
Ross y Luca colocaron la última caja a la carrera y después subieron, sentándose uno a lado del otro frente a Ruby, al parecer me tocaba ir delante en el asiento del copiloto junto a Pierre ya que atrás no había más espacio.

-Buenos días, Dri, estabas tan dormida cuando despertamos que no quise despertarte hasta después, dormiste bien?- me preguntó Pierre mientras yo subía a la carreta y me sentaba a su lado.
-Debieron despertarme, no me gusta sentir que no hice nada. Además, tuve un sueño tan extraño que hubiera preferido despertar más temprano y ahorrármelo- Le dije y me limité a darle un pequeño resumen de la reciente pesadilla.

El camino que nos esperaba era largo pero estaba emocionada, yo no había visitado Shinganshina tantas veces como Pierre o mis primos, pero había algo en ese distrito que me parecía fascinante, la idea de saber que detrás de esa muralla estaba el mundo exterior y los titanes era tan perturbadora como emocionante.
Comenzó nuestra travesía, había que cruzar 100 kilómetros para llegar a nuestro destino, sería casi todo el día trayecto incluyendo las fronteras y centros de seguridad entre cada distrito y muralla, ya habíamos hecho esto otras veces pero yo tenía el presentimiento de que algo no iba bien desde que desperté ese día.

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