𝐒𝐢 𝐦𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐬𝐨𝐲 - 𝐒𝐚𝐧𝐳𝐮 𝐱 𝐌𝐢𝐤𝐞𝐲

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La sombra de un recuerdo.

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Aun puede recordarlo.

Si, lo recuerda como si hubiera sido ayer aunque ya pasaron varios años desde que recibio la noticia.

Era joven, inexperto, un joven enamorado y con algunos traumas, en aquel entonces odiaba tanto su rostro. Odiaba tanto haber nacido en una familia adinerada, misma familia que les dio la espalda cuando murieron sus padres.

Agradecía, haber protegido a Senju de aquel infeliz que decidió desgraciarle el rostro de por vida. Hasta el día de hoy sigue soñando con aquel oscuro lugar y el filoso cuchillo acariciar los costados de su boca, el dolor, el miedo, la desesperación, la furia.

Takeomi siempre le había dicho que cuando creciera sería un joven atractivo, que sería igual de guapo que su hermano mayor. ¿Y ahora?.

Si, el pensó que nunca nadie lo amaría viéndose de esa forma, si... La bestia y él compartían similitudes.

Hasta que un día, conoció a la persona que cambiaría su vida, la persona que le robo el corazón y el aliento.

Aún puede recordar sus palabras...

- Las cicatrices son parte de ti y quien te quiera deberá aceptarte tal y como eres, no lo olvides -

Por supuesto que lo entendía, entendía que sus hermanos lo querían incluso tenía amigos que lo querían. Pero... ¿Y él?.

Lo recuerda con claridad... El día que se entero de la boda. El mundo casi se le caía encima por que pensaba que aquel lindo rubio de ojos negros podría fijarse en él alguna vez.

Alguna vez.

Mikey y Draken van a casarse.

Había sido Muto quien le dio la noticia, antes que se enterará por boca de alguien más. Recibió la noticia de golpe y por supuesto que por golpe se refería a que ese mismo día su corazón se había marchitado al igual que la rosa de la bestia. Aquel cuento que tanto le gustaba y que al final terminó almacenado en el cajón más profundo de su ser al igual que aquellos sentimientos románticos que iban dirigidos a Sano Manjiro.

Se había deprimido, incluso su pequeña hermana se había dado cuenta de aquello, pero la tristeza se desvaneció por que sabía que aunque nunca pudo decirle que lo quería... Mikey era feliz, ¿no?.

Consideraba que su apariencia no era la mejor de todas y en especial por las feas marcas que tenía en el rostro. Claro que paso parado frente al espejo por más de una hora viendo su rostro, ¿Que pensarían los lectores al respecto?.

¿Su único consuelo?, su mascarilla y el cariño que Senju le demostraba cada día, el amor que Takeomi le daba en silencio. La mitad de los Haitani.

En fin, sabía que debía superar al joven rubio quien en ese entonces ya estaba casado y había perdido todo contacto no sólo con él, si no también con sus amigos y familia.