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A la guerra no se va sin espada.

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Departamento de Haruchiyo Akashi.

7:35 a.m

La primera persona en despertar gracias a los rayos de sol que se colaban por la ventana fue Manjiro, una pequeña punzada de dolor ataco su cabeza con crueldad luego de haber llorado casi toda la noche.
A su mente llegó el recuerdo de Hinata, Draken y Emma mientras dejaba salir un suspiro de tristeza de sus labios.

Movió su cabeza ligeramente de un lado a otro intentando alejar cualquier pensamiento o recuerdo que le provocará tristeza. Un matrimonio fallido, una amistad rota y un lazo familiar destruido.

¿Que más podría pasarle?, si la vida quería seguir golpeandolo de la manera más cruel posible.
Creyó que al casarse con Draken su vida estaría llena de dicha, y terminó con desdicha hasta cierto punto.

Como sea, Manjiro no quería seguir llorando por cosas que ya pasaron. Lo único que deseaba era una buena ración de agua sobre su rostro y desayunar algo.

Fue consciente sólo en ese entonces que había un peso extra en su cintura, un brazo fuerte que lo sostenía con firmeza y delicadeza.
Al girar su rostro sus ojos observaron a Haruchiyo dormido junto a él con el rostro relajado.

Inconscientemente sonrió al verlo de esa manera, tan tranquilo y con su respiración calmada mientras aún dormía.
Se permitió observar su rostro sin vergüenza, piel blanca, cejas gruesas, pestañas largas y labios ni muy delgados ni muy gruesos, las cicatrices que eran notorias más no le resultaban feas o asquerosas, mejillas pálidas y una nariz bonita. Manjiro confirmó entonces que lo que más le gustaba de Haruchiyo eran sus lindos ojos esmeralda.

Tan perdido se encontraba apreciando aquella belleza. Tan concentrado memorizando cada centímetro de su rostro. Un rostro que le gustaba más de lo que se imaginaba.

Hasta que el sonido de la puerta principal siendo cerrada lo puso en alerta, la vergüenza había vuelto y con temor a que Senju o Takeomi los encontrarán de esa manera intento huir... Una huida no muy exitosa al parecer pues al intentar levantarse lo más sigilosamente y tranquilo posible terminó en el suelo con el sonido del un golpe en seco hizo que el Akashi despertará de golpe.

- ¡Mikey! - grito mientras se ponía de pie con rapidez, una de las sábanas se había enredado entre sus piernas provocando que también terminará en el suelo.

Encima de Mikey.

Con el rostro tan cerca del rubio.

Manjiro con las piernas abiertas y Haruchiyo metido entre estas.

Haruchiyo acorraladondo el rostro del rubio con ambas manos a los lados y las palmas en el suelo

En una posición muy comprometedora.

Manjiro gimió de sorpresa al sentir el peso extra encima suyo mientras que colocaba una de sus manos en el pecho de Sanzu intentando empujarlo para separarse.

Y la puerta de la habitación se abrió dejando ver a dos curiosos y preocupados hermanos.

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𝐒𝐢 𝐦𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐬𝐨𝐲 - 𝐒𝐚𝐧𝐳𝐮 𝐱 𝐌𝐢𝐤𝐞𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora