Capitulo 8 - AIS

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Con el corazón destrozado, el final de año cerca y muchísimos problemas, pareciera que mi vida daba vueltas en un ciclo sin fin. Segundo año se estaba acabando, los de tercero empezarían en un nuevo lugar en otra escuela, los de segundo pasaríamos a ocupar su lugar de aquellos que se van, un último año, solo un pequeño empujón para que todo cambiara y terminara con un adiós.

El gran día llego, los abrazos de los de primero y segundo, las lágrimas de los de tercero, los suspiros de los maestros, risas y llantos que al oírse se escuchan muy similares, para algunos era una despedida, para otros solamente una pausa, un pequeño receso de un mes para despejarte, para relajarte, para olvidar, para amar, para odiar, para cualquier cosa o actividad que te plazca, o simplemente dormir todo el día y ver como el tiempo pasa. Tenía tantas cosas en que pensar que no podía con todo, era difícil y complicado prestar atención a los detalles, un conjunto de bruma mental se hacia presente en mis pensamientos y alguna que otra de mis acciones.

Algo curioso había sucedido antes de que el ciclo escolar terminara, tuve una plática peculiar con una maestra encargada de los cambios de grupo de aquellos chicos que no obtenían el resultado esperado por los directivos. Llegamos al acuerdo que la mejor opción sería dejar a Nádir en el grupo, mi grupo, ya que habían bajado los reportes de mala conducta y los problemas. No solamente hablamos de él, también había otros chicos que necesitaban un nuevo ambiente y otros que merecían una segunda oportunidad. Así fue como fui responsable de que algunos de mis compañeros fueron cambiados y otros tantos nuevos llegaran, al final el grupo se revolvió, algunos de los que estaban desde primero fueron cambiados a uno distinto. No tenía idea que tanto peso y poder tenía en ese momento, modifiqué el camino de muchas personas incluyendo el mío, fui causa del destino que no tenía previsto, pues fue un grave error el combinar distintas personas con pasados incompatibles, el grupo se convirtió en algo complicado, dejo de serlo que era antes y aunque manteníamos cierto toque, poco a poco se fue quebrando y con ello mis sentimientos.

Segundo año no fue tan malo, independientemente de la escuela y las obligaciones, reforzaba mis amistades, me había convertido en alguien ligeramente conocido en la escuela, me enamore, me bese con ese amor que aunque haya sido por un reto, sucedió, cambie física y mentalmente madurando un poco y teniendo más en claro quién era y cómo era; Era Miguel, un chico gay que estaba enamorado de su amigo el cual no le correspondía y estaba tan ocupado ocultando esos sentimientos de dolencia y terquedad que lo fue alejando, tanto era mi cariño por él que le di el poder de hacerme daño con sus palabras o acciones, no tenía muy en claro que hacer y por eso mismo después de aquellas palabras frías y duras que resonaban en mi cabeza: "me parece algo excesivo, a veces molesto, o no sé, pero es casi del diario, me da cosa, me da un poquito de vergüenza", decidí que no podía estar así, aun por más cariño que le tuviera lo mejor para mi era no estar a la merced de alguien que no puede compartir los mismos sentimientos que yo tenía, y por eso mismo, me aleje.

Un mes después de locura y aburrimiento regresábamos a la rutina escolar, los grupos de amigos se volvían a encontrar, las caras conocidas se volvieron un poco complicadas de recordar, era nuestro último año y éramos completamente diferentes a como empezamos esta historia, había nuevas amistades, nuevos sentimientos, nuevas experiencias, nuevas cosas por las que sufrir. Mi grupo de amigos con los que siempre estaba constaba de mi mejor amiga Coral, Rodrig, Nádir y yo, a veces eran más, otras veces eran muchísimos más, éramos como el team de ahí, simplemente unidos, juntos, ante todo, o al menos lo fuimos por un tiempo. De un momento a otro Rodrig tuvo novia, lamentablemente se fue quedando solo Nádir, Coral y yo. ¿Nunca se han dado cuenta que las amistades de tres casi siempre terminan con dos siendo más unidos y uno se queda solo? Por mi poca experiencia sé que así es.

Antes no había un acercamiento total entre los tres, Coral era lejana a Nádir, no fue hasta ese año que nos volvimos muy cercanos, y ahora si Coral y Nádir pasaban más tiempo platicando y estando juntos. Me empezaba a dar cuenta de algo, una idea completamente fuera de mis orbitales, podrían haber sido celos o quizá estaba confundido o mal interpretando erróneamente su amistad, pero, aunque mi amiga lo ocultara y lo negara, yo tenía mi firme pensamiento que a ella le gustaba Nádir. Lo sabía, quería pensar que lo sabía porque era obvio, aunque me costara trabaja asimilarlo y pensarlo, también intentaba darle sentido a todo y pensar en las excusas más tontas para creer que no tenían algo más que una amistad.

—Tú me quieres bajar a Nádir, te gusta, ¿verdad? —comente en tono de burla y al mismo tiempo con una pizca de reclamo mientras regresábamos de haber comprado unas cuantas chucherías.

—Claro que no, o sea, no alucines, es mi amigo, nuestro amigo y no me gusta —dijo incrédula, riéndose, y negándolo todo.

No podía obligarla a decirme la verdad, aunque yo creyera que era más que obvio, solo me quedaba a sufrir en silencio y creer su palabra. Pronto su amistad de ellos creció, se convirtieron en solo ella y Nádir, mientras yo veía de lejos. Aquí no soy la víctima, tengo admitir que tome mi propio camino, me alejé y cada vez los sentía más lejos con forme pasaban los días, estaba en busca de nuevos caminos, pero siempre sin dejar de amar a los viejos. Así estuve durante seis meses, ocultando el daño que ellos y yo mismo me hacía, ver cómo eran felices, mientras yo simplemente estaba observando. Pensaba: —ella tiene más oportunidad que yo, es linda, buena onda, muy divertida, solidaria, y el adjetivo que más puntos le daba, era que ella era una chica, y yo un pobre chico enamorado de otro al cual no le gustaban los chicos. Me encantaba cuando solamente éramos ella y yo o Nádir y yo, así podía tenerlos por separado, amarlos individualmente, así aprendí que no siempre se consigue lo que se quiere.

No tengo conocimiento si llegaron a tener más que una amistad, supongo que no, pero, todo esto me hizo cambiar en cierto modo, y agradezco que así allá sido. Empecé a salir a fiestas, con ellos o simplemente con alguno de los dos, claramente no se sentía lo mismo, mantenía mí distancia e intentaba no ser muy cercano a ninguno de los dos. De pronto, cuando menos lo espere, el año termino, la navidad se acercaba y con ello las vacaciones. Mi deseo de año nuevo era poder tenerlos a los dos como grandes amigos de nuevo, poder pasar tiempo sin amoríos ni nada, pero la que sucedió fue algo distinto a lo que desee.

Te recuerdo - Para todos aquellos que alguna vez fueron todo para mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora