Después de las vacaciones volvíamos una vez más a aquello donde todo había comenzado, tal cual como lo es el ciclo tan común en el que vivimos, un nuevo año empezaba dando lugar a los últimos meses en los que íbamos a compartir momentos juntos, el tiempo acababa y las presiones aumentaban, cómo olvidar la enorme presión que te imponen los maestros, el miedo y esos sentimientos caóticos que se resumen en acabar la escuela para entrar a otra, con la diferencia que esta última tiende a ser más difícil y excesiva.
Y cuando menos tenía que suceder, cuando más vulnerable me volví, las cosas empezaron a cambiar: mi mejor amiga empezó a juntarse con aquellos que si bien eran nuestros amigos, no eran parte de nuestra rutina, ya no éramos solamente Coral, Nádir y yo, ahora solo eran Nádir, Coral, Diego y su novia, y un chico nuevo llamado Yulian, de vez en cuando y solo por muy poco tiempo ahí estaba yo por momentos. Me era muy difícil estar con todos aquellos porque no me sentía incluido, a veces sentía como si se organizaran para hacerme sentir mal, tal vez solo lo hacían de broma, pero tenía tantos problemas en mi casa, aparte la presión que hasta los mismos profesores generaban, hacía que no pudiera soportar el dolor. (Me costó mucho tiempo entender que no tenía porqué soportarlo.) Después empezaron a salir solo ellos, me llegaban a invitar y a presionar para salir, pero, no podía, no me dejaban y realmente salir con ellos era una tortura. Poco a poco me comenzaba a alejar de todos, volviéndome solitario y amargado. De tantas cosas que pasaban, tantos momentos y destrozos horribles que pasé me hicieron perder la cuenta, no podía tenerlos presentes todos así que simplemente empecé a numerarlos al azar y solo aquellos que realmente dolieron y me hicieron sentir estancando y sin un rumbo que seguir.
La exposición
Parecería tonto que un simple trabajo escolar terminara una amistad de un par de años, no debería de ser así, pero al final en algún punto algo se quiebra o algo duele, no tanto por el trabajo sino por algún otro fallo, una decepción. Todo comenzó con la elección de parejas, era un proyecto un tanto sencillo, de tema libre y sobre todo con quien tu quisieras. Obviamente elegiría a mi mejor amiga, pero, Coral ya había elegido a alguien más, que realmente no me molesto, porque su: "perdón pequeño" era todo lo que necesitaba y aunque me destrozaban esas dos palabras al mismo tiempo actuaban como un paracaídas. Así que quedé solo, una vez más. Me registre y deje de buscar compañero para la exposición, podía hacerlo solo y no tenía problema con ello, además mi tema parecería un poco complicado en ese momento, lo que me daría la característica de que nadie le interesaría hacer equipo conmigo. Pero llegó Nádir y aún con todo lo que estaba pasando, me pregunto si podíamos ser equipo, que no le importaba el tema, que quería hacerlo conmigo... y accedí, porque él me aseguro que ese día no faltaría, que me ayudaría y que no me fallaría, me lo prometió tanto que le creí y le dije que sí. Pasaron unos meses después y el famoso día llegó, pero Nádir no. Con impotencia, coraje, tristeza y desilusión me faltaba alguien, mi compañero de equipo, MI AMIGO, aquella persona que me prometió que no faltaría. A nada de tirar a llorar, una amiga me abrazo y lo sustituyó, se levantó, se colocó a mi lado e hizo lo que se supondría tenía que hacer otra persona. Pasó la exposición y se oyeron aplausos y felicitaciones por pate de la maestra y los alumnos, pero no se sentía bien, se sentía vacío, como si alguien faltara, ese sentimiento que surge después de lograr algo, pero de una manera que no fue planeada, con un sabor amargo y que te deja sin aliento. Pensaba que quizá había sucedido algo de fuerza mayor que le imposibilito asistir y que realmente no quería hacerme daño, pero es que ni siquiera fue capaz de decirme nada, sin explicaciones, sin ningún "lo siento", tan siquiera alguna palabra. Al día siguiente no me hablo en todo el día.
La verdad
Mi mente empezaba a experimentar sentimientos, pensamientos, sensaciones, ideas y momentos que fluían como agua, pero que no iban a ninguna parte, se estancaban y no dejaban a nada continuar, se empezaba a formar un gran cumulo de cosas y fue cuando ya no pude soportar, todo lo que guarde detrás de una sonrisa y un "está bien" se desbordo y empecé a ver todo a la claridad del enojo y la frustración, fue cuando la verdad empecé a comprenderla, pero tan segado que el pasado lo asociaba con mi presente de ese momento. Aquellas palabras que habían salido hace un año de la boca de Nádir: que le daba cierto desagrado, incomodidad y vergüenza estar conmigo, hicieron que le dejará de hablar, ya había perdido esperanza en él por haberme dejado en nuestro proyecto, pero ahora solamente quería una excusa para alejarme y perder a un amigo. Poco a poco dejo de ser solo uno, empecé a sentir la necesidad de perderlos a todos, quedarme solo, sin nadie que me hiciera sentir mal con sus acciones, alguien independiente sentimentalmente hablando. No quería amigos, porque los que tenía sentía que me estaban dando la espalda, me sentía abandonado y triste, todo eso me hizo cometer más de un error.
El hospital
Los problemas ya no solo se limitaban a los aspectos escolares y de mis relaciones amistosa/amorosas, sino ahora se habían extendido a mis cuestiones familiares y más personales. Mi madre se encontraba en un estado crítico de salud el cual nos imposibilitaba verla, escucharla o tan siquiera poder saber de ella, ¿y mi padre?, él la estaba cuidando, no podía todo con todo y yo tenía que ser fuerte e intentar no derrumbarme, mantener la calma y ocuparme de todo aquello que no podían mis padres, empecé a depender tanto de cuestiones imposibles de controlar que deje de estar bien, mental y emocionalmente no lo estaba, me sentía destruido, cansado, vagando sin rumbo, todo se había acumulado, en cuestión de meses mi vida dio un giro de 180 grados, poniendo todo de cabeza y dificultando todo. Por el momento no tenía ni a mi madre ni a mi padre para poder platicar con ellos, estuve más de un par de meses en la oscuridad rodeado por el silencio en un ambiente que olía a desesperación, donde mi única salida eran mis amigos que ya no tenia, necesitaba un solo abrazo, uno solo, saber que contaba con alguien, que en algún lugar había alguien que se preocupaba por mí. Tanto miedo que tenía a la soledad que termine abrazándola.
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Te recuerdo - Para todos aquellos que alguna vez fueron todo para mí.
Teen Fiction¿Por qué hago todo esto? Simplemente necesito desahogarme, dejar salir todo, sacar este clavo para poder empezar de nuevo. No solo estoy escribiendo esto por ellos, también por mí, por un nuevo comienzo y si por alguna razón los llego a olvidar quie...