Capítulo 2: Lisa Maxwell

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Las esperanzas de Zack de que todo fuera un sueño se vieron frustradas a la mañana siguiente, ya que aun llevaba la chaqueta de Lisa, algunas veces él podía escuchar susurros en la calle o en casa, a veces sentía pasos o veía sombras en los pasillos, en otras ocasiones podía jurar haber visto objetos moverse de lugar. Una tarde se encontraba practicando atletismo en la clase de gimnasia de la escuela, tropezó con una roca y lastimo su rodilla, él tenía una herida dolorosa con mucha sangre, lo ayudaron a levantarse y limpiaron su herida, cubrieron su rodilla con vendas y luego lo llevaron a casa. Al llegar decidió tomar una ducha, pero para su sorpresa, el agua salió a presión y arrancó su vendaje, en ese momento sintió escalofríos al ver que la herida había desaparecido y su rodilla estaba perfecta. Con tantos cambios extraños se sentía asustado no sabía cómo decirle a su madre lo que ocurría, probablemente pensaría que estaba perdiendo la cabeza, incluso varias veces repitió las palabras que lo llevaron a casa de Lisa para ver si ocurría algo, pero no funcionó.

Zack no dejaba de pensar en lo que había sucedido aquel día, más aún, se encontraba preocupado por Lisa y se preguntaba si alguna vez volvería a verla. El caso de Lisa en televisión se había vuelto viral en redes y objeto de burla entra la gente de la escuela, algunos se burlaban de su cara de miedo en televisión cuando pedía ayuda, otros decían que era una terrible actriz, mientras que otros conspiranoicos decían que lo de la transmisión fue real y que la chica había muerto. Esto último era un tanto lógico de pensar pues, el programa dejó de estar al aire y las redes sociales de la chica dejaron de estar activas. Se dice que algunas personas reportaron el incidente a la Policía de NY, pero estos hicieron caso omiso. Sin embargo, Zack sabía que este no era el caso, que Lisa seguía viva, tal como ella lo había mencionado antes, abandonaría todo y se mudaría a Little River, pues su intención era seguir investigando e intentar averiguar qué fue lo que ocurrió ese día.

Un Domingo por la mañana, luego que Zack terminara de hacer sus deberes de la escuela, bajó las escaleras para prepararse algún bocado en la cocina y en ese lugar esta Karen, Su madre, la señora Lynch medía aproximadamente 1,65 metros, su piel era bronceada, su cabello era negro y lacio, su contextura era un tanto robusta, se encontraba haciendo una remodelación a la sala pues lucía un poco desgastada. Su casa era algo vieja, tenía un defectuoso sistema de agua, suelo de madera, candelabros, una acogedora chimenea y cantidades enormes de polvo, ellos se habían mudado hace unos pocos meses y en todo este tiempo su madre había estado muy dedicada en darle un "lavado de rostro" a todo el lugar. Luego de terminar de preparar su bocado, alguien tocó la puerta, su madre la abrió y de inmediato se formó un nudo en la garganta de Zack, cuando mencionó que le buscaba una chica llamada Lisa.

Tras sentarse en la sala para hablar con más comodidad, su madre no dejaba de interrogar a la chica, pues le parecía poco común que un extraño le diera un visita a su hijo, después de todo, Zack era una persona introvertida y podía contar a sus amigos con los dedos de la mano.

— Un placer señora Lynch, soy amiga de Zack quisiera hablar de él con usted. — Dijo Lisa de manera amistosa

— ¡Interesante! ¿De qué quieres hablar? — Expresó su madre con una amplia sonrisa y con curiosidad.

— Sra. Lynch, su hijo es muy bueno en la edición de fotografía y video. Hace unos meses abrí un concurso para elegir mi nuevo editor y me complace indicarle que Zack es el elegido para el trabajo. — Manifestó Lisa con una autenticidad increíble.

— Oh vaya, eso es bastante sorprendente, Zack nunca había mencionado nada al respecto...No sabía que tenías esas habilidades. — Dijo su madre mientras lo miraba increpante.

— Era un secreto... No quería decir nada hasta obtener el trabajo, no quería que esto te preocupara. — Explicó Zack a su madre.

— ¡Con mucha razón! Eres un niño apenas, no creo que sea adecuado trabajar ahora mismo, descuidarías la escuela. — Sugirió su madre con un tono de voz más firme. —

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