Las Siete Alas

Capítulo 8: Lejos de Casa

Zack fue ingresado al hospital, lo estabilizaron y el doctor informó que se había desmayado del dolor, tenía 3 heridas profundas en su hombro derecho, su madre no podía creer lo que estaba sucediendo, Zack seguía inconsciente, tenía su brazo totalmente vendado pero presentaba fiebre bastante alta y quemaduras en la herida, prácticamente ningún medicamento hacia efecto y los doctores no dejaban de preguntar qué le había ocurrido, Mia solo afirmó que se detuvo en una acera cuando caminaban a casa y luego se desmayó, pero Justin agregó que Marcus y Catherine le vaciaron un cubo de agua con hielo, por esa razón había huido de la fiesta, el doctor mencionó que según los sucedido podría ser que el cubo no solo tuviera agua y hielo, pero que nunca en su carrera medica había visto una herida de ese tipo, pues el interior de la misma tenía un color amarillento y esta estaba muy caliente.

Los sacaron de la habitación y le prohibieron las visitas, todos estaban esperando alguna noticia en la sala de espera, Mia de reojo vio que alguien se le acercó, al levantar la mirada se dio cuenta de que era Fiorella indicándole si podían hablar afuera.

—¿Que sucedió? Apenas llegué a cuidar a Zack en medio de la fiesta ¿Notaste lo mismo que yo? —Preguntó Fiorella mientras hablaba en voz baja.

—¡Si! Sus dedos se tornaron negros y apareció una sombra repentina. —Afirmó Mia.

—Creo que usó algún tipo magia para romper la barandilla, ese tipo de sombras solo son invocadas por brujos y algunos demonios. Lo de sus dedos no sé qué era, pero su herida no tiene sentido, en ningún momento le quité los ojos de encima.

—¿Crees que fueron sus poderes? —Preguntó Mia.

—Nunca antes lo había hecho ¿Pasó algo mientras no estaba?

—De hecho... En la tarde antes de la fiesta, Zack entró en una especie de trance, apenas pude despertarlo, tuvo una serie de visiones extrañas, ahora que lo pienso, estuvo teniendo la misma reacción durante el incidente.

—Mia ¿Qué fue lo que vio Zack en ese trance? —Preguntó Fiorella consternada.

—Dijo que fue a un lugar muy caliente, algo como un palacio hecho de rocas, escuchaba gritos de dolor... ¡Espera! También, dijo que algo tocó su hombro antes de reaccionar.

—Esto es bastante malo... Necesito ver sus heridas de nuevo para comprobar si tiene relación con lo que estoy pensado, pero debo ser sincera contigo, me aterra tener la razón esta vez. —Indicó Fiorella preocupada.

—No me asustes más por favor.

—Toma mi mano, apareceremos dentro de la habitación, ¡Anima Iter!

Aparecieron en la habitación, Mia se quedó cuidando en la entrada para que no entrara nadie, mientras Fiorella le quitaba las vendas para examinar su herida.

—Oh no... tenía razón. —Mencionó Fiorella muy asustada

—¿Qué pasa?

—Este tipo de herida solo ocurre en un solo lugar, Madre... ¿En qué rayos estaba metida? —Dijo Fiorella muy confundida.

—¡Habla ya!

—Estas heridas solo pueden ser provocadas por seres del infierno, nunca va a sanar con los tratamientos que le aplicaron.

—¿Infierno? ¿Me estás diciendo que de alguna manera Zack viajó hasta ahí? —Preguntó Mia incrédula.

—No, al menos no del todo, parece que Zack puede proyectar su cuerpo de manera astral, de alguna forma apareció en el infierno, lo que no entiendo es como rayos lo hizo, ni siquiera los brujos más fuertes pueden hacerlo, por eso solo se limitan a invocar demonios y canalizar magia negra.