Zon se había movido con demasiada rapidez y la fuerza del movimiento hizo que, al final, los dos perdieran el equilibrio. Ambos se cayeron encima de los cojines que SaiFah había vuelto a colocar en su sitio.
SaiFah se dio media vuelta al caer, por lo que Zon acabó encima de SaiFah. Inmediatamente, trató de levantarse, pero SaiFah lo sujetó rodeándole la cintura con los brazos.
—No te muevas.
El repentino tono ronco de la voz de SaiFah hizo que Zon preguntará:
—¿Te he hecho daño en la pierna? ¿Te duele?
—Me duele una cosa, pero no es la pierna rota precisamente. —murmuró SaiFah con coquetería.
—¿Qué te pasa entonces? —cuestiono Zon sin captar el doble sentido.
—Nada que un poco de esto no pueda curar. —respondió SaiFah acariciándole la garganta con la nariz al tiempo que obligaba a Zon a volverse para colocarse él encima de Zon.
—¡Eh, me estás haciendo cosquillas!
Riendo, Zon se frotó contra SaiFah. La excitación de SaiFah era patente.
—Que te hace cosquillas, ¿eh? —No le costó mucho a SaiFah tirar del hombro del jersey de Zon para bajárselo por el hombro—. ¿Y esto? ¿También te hace cosquillas esto?
El jadeo de Zon fue toda la respuesta que SaiFah necesitaba. El sabor de Zon era dulce y cálido, y le llenó de deseo.
Zon no podía creer la rapidez con que había pasado de reír a arder en pasión. Saboreó la gloria de estar abrazada a SaiFah, de sentir que un hombre lo deseara. La boca de SaiFah era cálida y húmeda, y su lengua creaba oleadas de placer.
—¡Mhg...Sí! —jadeó Zon.
Con cuidado, SaiFah le volvió el rostro para mirarlo a los ojos.
—¿Sí... que te hace cosquillas? ¿O sólo que sí? —cuestiono sensualmente.
La voz ronca de SaiFah era como la miel para Zon.
—Sólo... que sí. —tanto lo deseaba Zon, que tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para pronunciar esas tres palabras.
—Me gusta esa respuesta. Me gustas tú. —susurro SaiFah.
Los negros ojos de SaiFah ardían, fascinando e hipnotizando a Zon. SaiFah tenía los ojos más increíbles del mundo. Y Zon casi no podía creer que lo estuvieran mirando a él con esa expresión de deseo, con la boca a escasos centímetros de la de él.
SaiFah le estaba mirando la boca. No, estaba haciendo algo más que mirarlo. Lo estaba tocando con los ojos, devorándolo. Y Zon no estaba asustado, sino excitado sexualmente. Y SaiFah no dudaba que Zon le estaba mirando con la misma intensidad y el mismo deseo.
—No puedo dejar de pensar en ti, ¿lo sabías? —lo dijo SaiFah, pero Zon sentía lo mismo.
—Y yo pensaba en el sabor de tu boca...
—¿Quieres que te bese? —susurró SaiFah junto a los labios de Zon.
Zon asintió y alzó la cabeza para capturar la boca de SaiFah con la suya. Con las caderas y los muslos pegados a los de él, Zon sintió el calor y la pasión que emanaban de su cuerpo.
SaiFah lo besó y Zon.... se perdió. Sí, se perdió en la apasionada magia de ese momento, y perdió la razón. Durante ese momento, todo dejó de importarle excepto el increíble placer de los eróticos movimientos de la lengua de SaiFah.
Ahogado en el placer, Zon enterró los dedos en la rica espesura del cabello de SaiFah, deleitándose en la mayor intimidad de su abrazo cuando SaiFah le puso una rodilla entre las piernas. El contacto fue electrificante, sumió a Zon en una tormenta de deseo.
ESTÁS LEYENDO
WHY RU- (Mii2)
FanfictionSaifah es un joven alto , apuesto y se gana la vida como bombero. Zon es un joven de estatura promedio, por cosas del destino tuvo un matrimonio que no funciono y fruto de ello tiene una dulce niña llamada zol. Saifah sufre un accidente en su traba...