𝑫𝒊𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆🐰

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- Hola, llegué por fin - Me acerqué a Jungkook y le di un beso en los labios - ¿Me puedes follar hoy? - Tome un poco de agua

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- Hola, llegué por fin - Me acerqué a Jungkook y le di un beso en los labios - ¿Me puedes follar hoy? - Tome un poco de agua.

- Hola, ¿qué? - soltó el cuchillo ya que se encontraba cortando una manzana.

- Te pregunte si me puedes follar hoy.

- Nunca habías sido tan directa en ese aspecto - Sonrió.

- Perdón, es que estoy estresada y me acabo de pelear con mi mamá.

- ¿Por qué te peleaste con tu mamá?

- Responde primero.

- Si puedo, ahora responde tú - Le dio una mordida a un pedazo de manzana.

- ¿Recuerdas que te dije que saliendo de la universidad iría a visitarla?

- Si.

- Bueno, llegué y lo primero que hizo fue empezarme a gritar, siempre que está de mal humor se desquita conmigo y no es idea mia.

- Me he dado cuenta.

- No es mi culpa que tenga un bebé de tres meses a sus cincuenta años.

- No me gusta que te pongas así, lo sabes.

- No lo puedo evitar, yo llego muy feliz a contarle como me fue en mi día y ella solo me regaña, es por eso que me independice.

- Dejarás de ir.

- Tampoco puedo hacer eso, hoy fui por que ella me dijo que me quería dar unas cosas y así de paso la visitaba.

- Nena entonces lo único que puedo hacer es escucharte.

- Ya se y te amo por eso - Me acerque para darle un beso - Pero ahora por favor follame, entre la universidad y mi mamá me tienen loca.

- Dios santo y yo creyendo que mi bebé no decía esas cosas.

- Perdón papi.

- ¿Te lo puedo hacer por detrás?, me gusta sentir tu culo rebotando en mi abdomen bajo.

- Si, joder, si.

Me había empezado a acariciar y besar pero de pronto se detuvo.

- ¿Qué haces?.

- Guapa no hay lubricante, recuerdas que la última vez lo usamos todo.

- Mierda Jeon, pues ve a comprar otro rápido.

- Pero no quiero dejarte así de húmeda -  Había metido dos dedos dentro de mí ropa interior.

- No importa, ve rápido.

- Mierda, ahora vengo.

Me dio un último beso y salió corriendo de la casa con las llaves del carro en la mano.

(...)

Había pasado media hora, ¿dónde diablos se había metido?.

- Bam, ¿debo de empezar a preocuparme?.

Lo llamé una última vez antes de darme por vencida y milagrosamente respondió.

- ¿Dónde mierda estás?.

- Ya estoy llegando y llevo dos regalos.

- ¿Qué?.

- Es más, abre la puerta de una vez.

Sin decirle algo colgué, estaba muy molesta.

Abrí la puerta y Jeon se estaba bajando de su carro.

- Te puedes apurar, tengo hambre y tenemos que almorzar juntos.

- Ya voy.

- ¿Qué trajiste?.

- Promete no enojarte, solo estarán aquí mientras yo pueda cuidarlos, cuando regrese al trabajo mi hermano los cuidará.

- ¿De qué hablas?.

Bajo del carro a dos perros de raza lebrel italianos.

- Se llaman Paeng y Song.

Lo admito, verlo con sus dos perros nuevos y su sonrisa como de un niño pequeño me dio demasiada ternura.

- Pero amor, ¿de dónde los sacaste?.

- Mi hermano los tenía desde hace tiempo, pero mientras iba a comprar el lubricante... - Entramos a la casa para platicar mejor - Me habló, me dijo que se iría de viaje y que si podía pasar por ellos.

- ¿Entonces son de tu hermano?.

- No mi amor, son míos.

- Pero...

Eran muy lindos y pequeños, no lo pude evitar y me agaché para poder acariciarlos mejor, tenían ropa puesta y eso hacía que me diera aún más de ternura.

- Son muy bonitos.

- Ya se.

- Y Bam...

- Oh, no te preocupes, ya sé conocen.

- Definitivamente no puedo confiar en ti.

- Necesito a alguien que te cuide mientras no estoy.

- Ya sabía que esto tenía algo más.

Me acerqué a él y lo besé. No podía enojarme tanto tiempo.

- ¿No estás molesta?.

- No guapo, es tu casa también, entiendo que quieras algo más de compañía.

- Te amo - Me besó.

- Aja pero, ¿compraste el lubricante?

- Oh, no, de hecho se me olvido, por eso te dije que no te fueras a enojar.

- ¿Sabes que?, ya no me importa y ya no tengo hambre.

- Guapa no - Hizo un puchero.

- Quédate aquí con tus hijos y yo me iré a divertirme con mi amigo - Corrí hacia la habitación.

- No te atrevas a tocar ese puto consolador.

Se levantó del sillón y entró a la habitación antes de que yo cerrara.

- Nena, no me hagas esto, prometo comprar el lubricante - Lo saque de la habitación con todas mis fuerzas ya que él era más grande que yo - Solo espera hasta que pueda conseguirlo.

- ¿Cuánto tiempo?, una semana hasta que se te vuelva a acordar que quiero follar.

- Perdón por esa vez, estaba muy ocupado.

- No gracias, ahora si me permites voy a jugar sola. 

Disfruta 🍄🖇

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Disfruta 🍄🖇.

ꦿ🐇˚'࿔𝑫𝒊𝒆𝒛 𝒅𝒊𝒂𝒔₊₁₈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora