Soy Zev ✔️ #CA2022

💬| Capítulo XVIII

⚠️| advertencia, lenguaje vulgar.

Maratón 2/2
#LaLlamada

D A N N A

Identificador de llamada «número desconocido»

Contesto.

Mis manos tiemblan mientras llevo mi celular al oído. Trato de mantener la compostura sentándome en mi cama sin importarme de estar desnuda con simplemente una toalla en mi cuerpo y otra en mi cabeza cubriéndome.

—¿Hola? —murmuro.

—Imagino que estás sola, ¿cierto? —suena una voz ronca y rasposa del otro.

Vuelvo a murmurar negando. Siento que perdí hasta el aliento. Estoy haciendo mi mejor esfuerzo en mentalizarme de no tener un ataque de ansiedad en estos momentos.

—Buena chica —escuchó que ríe levemente.

—¿Quién eres? ¿Dónde está Mack?

—Auch, ¿no recuerdas a tu padre, linda? Que feo.

Respira hondo. Cuento 1... 2... 3...

—¿Qué padre? ¿El que me abandonó a mí o el que hizo lo mismo diez años atrás con mi hermana? —suelto sin contenerme.

Con mi otra mano me aprieto la pierna con fuerza recordando no perderme. Tengo que aprovechar esta llamada, si él sabe algo de mi hermana, necesito saberlo. No puedo permitirme un ataque en estos momentos.

Vuelvo a contar 4... 5... 6... sigo así hasta 20 que escucho su respuesta.

—Eso fue un error. Las dos lo fueron, no debían existir ustedes. Ni siquiera amaba a tu madre, era algo de un rato y la perra lo sabía —escupe—. Pero claro, ella a mi lado iba a tener un futuro asegurado. Si yo recién empezaba a trabajar de mecánico una buena compañía de automóviles. Heredaba el trabajo de mi buen padre y ella se embarazó apropósito creyendo que me quedaría a jugar a la familia feliz a su lado —bufa riendo.

Me seco las lágrimas que habían salido por la rabia que me daba escucharlo hablar así de mi madre. Yo sabía la verdadera historia, ella jamás se hubiera embarazado para atarlo a nosotras. Pero daba coraje no poder hacer nada más que insultarlo, y esa no era opción si tenía información valiosa de Mack.

Todo sea por Mack.

—¿Y sabes que? Yo ya estaba esperando un bebé. Una niña también, mi princesita. Me casé con su madre, una hermosa rubia despampanante. Igual que mi bella niña de 17 años, toda una mujer hermosa e inteligente —suspira—. Ellas sí que son mi orgullo. Más mi pequeña, salió hermosa. Rubia, alta, despampanante como su madre, ojos claros, pecosa...

»A diferencia de ustedes dos que son morenas, enanas, nada llamativas y tan comunes que seguramente son igual de aburridas que su madre. Lo confirmé estando diez minutos con la pequeña mocosa, aunque debo reconocerle que tiene un carácter muy fuerte —admite divertido creo. Contengo las ganas de cortar la llamada mandándolo a la mierda y correr a la policía para ver si pueden hacer algo.

—¿Por qué ella? ¿Está bien?

Bufa.

—Tu hermana dijo que eras inteligente, pero veo que solo fue pura habladuría de hermanitas, ¿no?

—¿A qué te refieres? ¡Maldito bastardo, solo dime dónde está mi hermana!

—Shh, no, chiquita. A mi nadie me da órdenes y menos un error como tú, ¿estamos claros? No me quieres conocer verdaderamente enojado, ¿ok? —amenaza. No respondo. Bajo la mirada a mi pierna derecha, mi muslo está rojo por la presión que ejerzo con mis dedos apretando—. Respóndeme. Te pregunté algo —demanda fuerte.

—Ok, lo entendí —responde entre dientes. Limpio de nuevo un par de lágrimas que se me escaparon.

Soy tan débil...

Me siento débil...

Pasaron dos días y parecen meses de esta pesadilla.

—Buena chica —apremia—. Vamos al grano porque tengo asuntos más importantes que atender que malgastar saliva contigo, así que escúchame bien lo que voy a decirte porque no voy a repetir dos veces, ¿entendiste?

—Sí.

—¿Qué tanto conoces a las familias Gray y Collins?

Frunzo el ceño, ¿ellos que tienen que ver?

—Son mis amigos...

Aprieto los labios al ser interrumpida con una carcajada de su parte. 

—¿Amigos? Por favor, ¿y se supone que tienes mi sangre? Que desperdicio. Por eso mi princesa Jenna es mi orgullo y la única que sí merecía llevar mi apellido. No entiendo el afán de la perra de tu madre por ponerles mi apellido pero bueno, no es el punto ese.

Tampoco sé con qué fin mamá nos puso el apellido de este bastardo.

—Lo que decía, ellos no son tus amigos porque quieren, es por su trabajo. Obviamente, solo que tú eres tan ingenua e idiota que ni cuenta te has dado, ¿cierto? No respondas, no quiero escucharte la verdad —aprieto con fuerza los ojos, que termine rápido—. Los Collins son agentes del FBI y, sus queridos amigos, los Gray's son espías privados que tienen negocios con los federales. Esos imbéciles están tras mio hace cinco años, no me había importado hasta qué metieron sus narices más allá de lo correspondido y mis chicas tuvieron que escapar por seguridad de nuestra casa. Desde ahí no han dejado de joderme la existencia, y la última vez me robaron una joya importante por la que trabaje meses con mi socio para robarla y poder venderla a un buen precio. Ya sabes, negocios.

»Me enteré hace unos meses que los hijos de ellos tienen tu edad y la de Jenna, y están en un programa de los federales. En resumidas cuentas, siguen los pasos de sus padres y han estado contigo para llegar a mi como si estuviera con ustedes —ríe con burla—. Son idiotas pero no tantos, debo reconocerlo. Porque también vigilaban a Jenna y Lesslie. Entonces quiero hacer un trato con ellos, y tú, querida hijita, serás mi ayuda si quieres ver a tu hermanita otra vez.

Trago duro al escucharlo.

—¿Lo harás?

—Sí —respondo sin dudar.

—Buena chica.

¡Acá Lux!

Capítulos intensos, ¿eh?

Aviso que ya estamos en la racha final, últimos capítulos, sisisi.
¡Que emoción! Cada vez más cerca del final, ¿qué piensan? ¿Que es lo que esperan?

Por mi parte estoy así: 🤯. Con todo lo que está pasando.

No me cae bien el padre de Danna, Mack y Jenna ☺️.

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