Soy Zev ✔️ #CA2022

💬| Capítulo X

#LaLlamada

Z E V

Sonrío viendo cómo Danna grita junto al resto de nuestros compañeros y adolescentes de Sallow High cuando Cody anota el último punto clasificándonos en cuarto lugar en la temporada.

Quiero reír al escuchar a Danna empezar a insultar y burlarse del otro equipo porque a pesar de que jugaron sucio, pudimos ganarle, por poco, pero lo hicimos.

Es una verdadera fan.

O está loca, tal vez un poco de ambas.

—Vamos a esperar a que salgan.

Digo agarrándola de la mano y guiándola afuera de los vestidores, donde ya se encuentran un par de alumnos, en su mayoría chicas, esperando a que salgan los chicos.

Veo que se acerca Freya con una chica pelirroja alta de cara aniñada y aire inocente, creo que es Zoe Hoffman. Compartimos alguna que otra clase. Forma parte del equipo de porristas, así que no sorprende mucho que ande con la rubia, después de todo, es su capitana y supongo que también amiga.

Me alejo un poco de las chicas cuando comienzan hablar de no sé qué. Siguen llegando mensajes de números desconocidos. Alcanzo a sacarle captura cuando me sale una llama con un número sin registrar de nuestra ciudad. A la segunda llamada, atiendo.

Por unos segundos creo que cortó pero se escucha una respiración pausada del otro lado.

—Aléjate de ella, no compliques más las cosas.

Habla una voz mecánica y profunda. Está usando el modificador de voz, es inútil intentar adivinar quién es. Corta antes de que pueda contestar.

Siento que alguien me mira. Giro disimuladamente mirando a mi alrededor pero solo cruzo mirada con Danna que me sonríe y le guiño un ojo. Cody aparece poco después tirándose sobre mi espalda como si justo él fuera el larguirucho flaco de pocos músculos, haciendo que me queje y trate de pegarle para que salga de encima mío.

—¡Hey, Collins! Felicidades, al fin lograste hacer algo bien en tu vida.

Felicita, o algo así, creo, Danna.

Mi amigo ríe y la abraza a pesar de las quejas de ella, como si fueran las mejores palabras que le puedo haber dicho. Probablemente así fue, West con el equipo es como la versión femenina en miniatura y mucho más joven del entrenador Parker. Así que si, esas fueron palabras dignas para que el rubio presuma luego con el resto de los chicos.

Cuando la suelta, soy el siguiente en abrazarlo y felicitarlo por el partido. Después de nuestro típico abrazo de hombres, le revuelvo el cabello como si de un niño tratase haciendo que me gruña en broma y yo ría. Luego sigue Zoe, quien tímidamente le da unas palabras de felicitaciones y, mi amigo como tan pegajoso que puede ser, la abraza diciéndole que también estuvo genial animando, logrando que se sonroje y ponga excusa para irse diciéndonos que nos ve en la fiesta más tarde. Veo de reojo que Freya se mueve algo incómoda y aparta la mirada constantemente. Lo felicita con voz apagada y se excusa yendo con Zoe. Miro a Cody buscando respuestas pero este solo me responde con una mueca incómoda y se encoge de hombros sin saber qué hacer.

Intercambio mirada con Danna que está igual de confundida que yo, eso solo quiere decir que algo sucedió con estos dos en la fiesta mientras no estábamos y no nos dijeron nada.

Estamos en el estacionamiento esperando que Cody y otros dos compañeros suyos de equipo terminen de saludar y tal, para poder irnos a la fiesta que armó esta vez un chico de penúltimo año. Creo que lo hizo con la intención de llamar la atención de mi amigo porque no dejó de preguntarme en la semana que comida le gusta, que marca de cerveza es su favorita, etc. No se cansó de preguntar cosas, aún cuando le dije que Cody no pateaba para ese lado. Incluso en el partido del domingo pasado se atrevió a pedirle si podía dedicarle alguna anotación.

Todos alucinaron cuando lo hizo. Menos yo, sabía que lo haría, lo conozco demasiado bien. Para el final del día habían tantos rumores sobre que el mariscal de campo era gay y salía con ese chico, que no hizo más que ilusionar a otros chicos de la misma acera. Lamentablemente la ilusión se fue tan rápido como cuando el primer rumor se esparció. Cody había hablado con el chico de penúltimo año para que no malinterpretara sus acciones, le dedicó la jugada porque así él se lo pidió y el rubio aceptó pero no fue con doble intención. Por suerte lo entendió, pero no evitó que su crush imposible con Collins aumentara.

Hablo un rato con la castaña que, sorprendentemente, decidió venir con nosotros y no seguir a sus amigas. Y aunque le pregunté la razón, ella solo se encogió de hombros respondiendo "si Freya quisiera hablar conmigo o que yo la siguiera, me lo hubiera hecho saber. Quería su espacio y yo la respeto, no necesitamos estar todo el tiempo juntas, ¿sabes?"

La conversación acabó cuando a Danna la llamaron por teléfono y a mi me empezaron a entrar llamadas del mismo número de antes. Esta vez me concentré en mi alrededor por si veía algo o alguien sospechoso pero, de nuevo, fue inútil. Había demasiados adolescentes que estaban usando su celular, podría ser cualquiera.

Claro, podría ser cualquiera sino fuera porque cierta chica rubia estaba apoyada sobre su espalda en una columna de cemento casi escondida entre las sombras, mirándome fijamente sin inmutarse porque la viera, con el celular en mano.

Creo que ya sé por dónde empezar.