Soy Zev ✔️ #CA2022

🧸| Petterson West

M A C K E N Z I E

Llevo tres días en este lugar que sorprendentemente no es un asco cómo suelen describir en mis libros. John, como se presentó el hombre, mi secuestrador, me dijo que era mi padre.

No con esas palabras pero es lo que entendí entre medio de sus insultos y poco vocabulario.

Al principio tenía miedo, después de que me encontrara escondida en mi armario y golpeara mi mejilla, me dormí por un trapo en mi boca que él puso cuando intentaba escapar. Desperté en una cama bonita, estaba con mis manos esposadas al cabecero de la cama. El cuarto no tenía gran cosa además de donde yo estaba acostada, había un televisor antiguo en un mueble pequeño frente mío y una cómoda a mi lado derecho con una lámpara encima. Pude ver que la única ventana que había estaba tapada con cortinas gruesas y oscuras, dejando el cuarto en plena oscuridad.

Estuve así, sola, por horas. No dejé de llorar. Solo podía pensar en la llamada que hice a la policía hubiera servido de algo o nadie se enteraría de mi desaparición hasta la mañana en que mamá volviera. Tuve hambre pero me daba miedo hablar, ni siquiera sabía si alguien me escucharía por lo que solo lloraba en silencio. Después de lo que para mí fue muchísimo tiempo, apareció John presentándose. Sabía quién era, en YouTube aparecia él como uno de los ladrones más buscados en el país de últimos cinco años. Lo que no sabía era que llevaba su sangre, y que mi hermana y la hija de la pareja de mi tio también. Es confuso, al principio no entendí nada y quise ignorarlo pero me amenazó con no darme ni siquiera agua si no le hacía caso. Así que tuve que escucharlo hablar por horas y horas sobre su excelente vida y como mamá, Danna y yo fuimos sus peores errores.

Quiso golpearme cuando le dije que mi mamá no lo había obligado a tener relaciones sin cuidarse y que también era su culpa que nosotras existiéramos. Por suerte en ese momento entró un tipo con máscara interrumpiéndonos. Sentí que de algún lado lo había visto, por su voz. Me di cuenta que era el tío Eric, el papá de Freya Beck. Empecé a gritarle que me sacara de allí, él solo me ignoró...

—¡¿Estás escuchando, mocosa?!

Parpadeo confundida.

—Sí.

—¿Qué dije?

—Que eres un zopenco y que me soltaras para volver con mi familia —le saco la lengua.

Como verán, tres días aquí fueron suficientes para agarrar confianza y molestarlo. Descubrí que el tío Eric aparte de ser su socio, es también quien le prohibió volver a levantarme la mano o se las vería con él. Supongo que eso a John no le gustó mucho pero al menos no volvió a intentar golpearme.

Hace amague de golpearme y yo lo miro desafiante.

—Gritaré y Eric te golpeará a ti.

Susurra algo que no entiendo. Creo que palabrotas hacia mi.

—Hazme el favor de callarte, y escucharme. Detesto repetir dos veces las cosas, no tengo paciencia para eso, niñata.

—No me digas... —respondo sarcástica rondando los ojos—. ¿Puedo comer? Quiero pizza.

Abre la boca indignado.

—¡¿Te crees que estás en un hotel?! ¡Estas secuestrada! ¡Deberías tener miedo!

—Ya... ¿y cuando tendré mi pizza? Eric dijo que podía pedir de comer lo que quisiera luego que me dejarás sin comer por un día. Por cierto, ¿fuiste buen padre con Jenna? No creo que sea un buen castigo dejar sin alimentar a una niña.

—Tenía que traerme a la más insoportable de las dos —murmura enojado mirando hacia el techo—. Extraño el primer día que estabas acá, asustada y llorando en silencio, ni una palabra decías. ¿Te acuerdas? Repetías "no me hagas daño, quiero a mami" —se burla imitando mi voz.

Bufo molesta y siento picar mis ojos por las lágrimas. Quiero irme. Quiero estar con mi mami y mi hermana. Quiero que mi tío me cargue y no nos vuelva a dejar solas. Odio este lugar. Odio a John y a Eric por ser su socio.

Sonríe al conseguir lo que quería; callarme.

—Genial, ahora que te ves mejor callada, te explicaré como será el plan.

Frunzo el ceño, ¿qué plan? ¿Ahora estamos en una película de espías o algo así?

Como si leyera mi mente, responde rodando los ojos:

—El plan de tu rescate. Qué pasará y qué harás si realmente quieres volver con tu familia —explica molesto—. ¿Entendiste?

Me sorprendo al escucharlo decir eso, ¿saldré pronto? ¿Me dejará libre?

Asiento confundida pero por dentro ya me imagino en mi casa con mi familia y él en la cárcel por todo lo que hizo.

Embozó una pequeña sonrisita por imaginar lo último haciendo que me mire extrañado y me ignore.