La libertad que tanto había deseado por fin llegaba, ya no estaba encerrada y tampoco sola.
Ella era libre.
Y él, que tanto espero su regreso, fue feliz.
Su luz, que parecía casi extinta, volvió a brillar
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Los gritos eran desgarradores y su respiración agitada, el entumecimiento se iba extendiendo de las palmas de sus manos al resto de su cuerpo mientras sentía la descarga eléctrica recorrer cada una de sus células.
No se le permitió la entrada a nadie de sus familiares o amigos, presenciar ese sufrimiento era difícil incluso para los doctores, quienes jamás en su vida creyeron que para salvar a un paciente deberían utilizar un método tan cruel.
Sin embargo, por el momento era la única opción que tenían para ayudarla, aunque pareciera todo lo contrario. Los segundos parecían minutos, y mientras más transcurrían, poco a poco los alaridos de dolor disminuían, estaba perdiendo fuerzas.
Al cabo de 15 segundos, el voltaje de la descarga se volvió cero y la calma regresó junto con un silencio abrumador. Absolutamente nadie se atrevía a pronunciar palabra después de lo presenciado, solo 2 enfermeras entraron para cargar el cuerpo inconsciente de su paciente.
No sabían cuándo despertaría, ni cómo reaccionaría al hacerlo, ni siquiera estaban seguros de si el procedimiento había sido un éxito, pero una cosa era cierta: la paciente seguía respirando, y mientras su corazón latiera con fuerza, harían todo lo que estuviera en sus manos para tratarla, aunque en esos momentos, lo único que podían hacer era esperar.
| Unas horas antes |
– ¡¿Cómo que una descarga eléctrica?! – La alteración de Inko era razonable – ¡Es demasiado peligroso y no sabemos si funcionará! – ¿Quién en su sano juicio dejaría que le hicieran eso a sus hijos? – Debe haber otra manera, ¡Hay algo que no estamos viendo!
– Tranquila querida – no es que Toshinori estuviera calmado y tampoco quería que Izuku recibiera ese tipo de tratamiento, sin embargo, él tenía la información más específica del caso y sabía que hasta el momento no existía avance – Yo tampoco quiero esto, pero creo que es la única manera por el momento.
– ¡Pero podemos esperar un poco hasta encontrar una solución más segura!
Inko estaba impaciente por curar a su hija, pero si esa era la forma de hacerlo, podía esperar más, no es como si fuera a desaparecer de nuevo, ¿O sí?
La conversación se estaba volviendo más ruidosa de lo esperado, los "niños" que esperaban fuera de la oficina simplemente se encontraban sin emitir quejido alguno escuchando todo, mientras que los médicos examinaban por tercera vez las capacidades del cuerpo de Izuku.
Rei Todoroki en cambio, había salido a buscar algo para los adolescentes, quienes fueron dejados a su cargo. Sobra decir que la tensión entre el dúo de amigos y Shoto iba en aumento por cada minuto que pasaba, Saki quería interactuar con el heterocromático, pero sabía que con su carácter ni siquiera le prestaría atención, además, sabía que Bakugo no intervendría.
– No sabía qué les gustaba así que compré jugos de varios sabores – la cálida voz de la señora Todoroki logró dispersar aunque sea un poco la pesadez del ambiente – elijan el que más les agrade – sonrió amablemente.
