La libertad que tanto había deseado por fin llegaba, ya no estaba encerrada y tampoco sola.
Ella era libre.
Y él, que tanto espero su regreso, fue feliz.
Su luz, que parecía casi extinta, volvió a brillar
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El tiempo parecía transcurrir de manera lenta, lo que les permitía disfrutar al máximo su tan esperado reencuentro. Shoto no tenía intención de soltarla, e Izuku no se oponía a estar presa entre sus brazos el tiempo que quisiera.
Ambos se habían extrañado tanto, que poco les importaba la presencia de otros individuos y mucho menos que la enfermería siguiera congelada, para lo único que tenían atención era para la persona que estaba frente a ellos, y nada ni nadie más.
Era un reencuentro conmovedor, sin embargo, la tranquilidad de Izuku se vio quebrada cuando puso atención a las personas que la rodeaban, pues quien resaltaba de entre todas, no era el tan aclamado All Might, sino, una silueta "casi" idéntica a la suya, que lo único que logró, fue alterarla.
– ¿Qué quieren?
Jamás habían escuchado un tono tan frío salir de su garganta, y nunca la habían visto ponerse a la defensiva con tanta naturalidad.
– Izuk...
– ¡¿Qué es lo que quieren?! – Ni siquiera la dejó terminar – ¡Aléjense de mí! – gritó.
– I-Izuku... Gracias por volver – susurró su hermana con ojos cristalinos.
– De- Izuku... Déjanos hablar contigo, ... por favor – Pidió Katsuki conteniendo sus lágrimas.
Ambos intentaron acercarse lentamente hacia ella, más lo único que recibieron fue un muro de hielo frente a sus narices.
– ¡No se me acerquen! – instintivamente activó "su" particularidad.
Shoto veía claramente a través de esa nueva actitud, sabía que estaba asustada y que sus gritos tan solo eran un mecanismo de defensa para mantenerlos alejados, aunque realmente su intención no era herirlos. Sin embargo, los eventos que experimentó no le permitían mantenerse calmada frente a la sombra de quienes desencadenaron su trauma.
Izuku estaba tan herida emocionalmente, y frustrada que temblaba ante su impotencia de no poder hacer nada contra los fantasmas de su pasado, pero tantos años de abuso no los iba a barrer bajo la alfombra, ya no más.
– Izu... por favor déjanos hablarte – Insistió una vez más Saki.
– Izuku no quiere verlos ahora, es mejor que la dejen descansar – intervino Todoroki cubriendo a su amiga y deshaciendo la pared de hielo.
– El joven Todoroki tiene razón, aun no es momento Saki – dijo Yagi, quien no pudo contener una lágrima traicionera que rodó por su mejilla – Bienvenida Izuku...
De nuevo, se encontraba en la camilla de la enfermería después de que la descongelaran, cortesía del menor de los Todoroki, quien no se separaba de ella, además de ellos, también estaban presentes Eraserhead, All Might y Recobery Girl.
– Sabía que reaccionaría así cuando despertara, es un alivio que haya transferido a los estudiantes a otro edificio – suspiró la heroína.
– Lo siento – se disculpó apenada por sus acciones.
