↬ Capítulo ;; 00 •°

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Estaba oculto tras las faldas de su madre, temblando del miedo a lo que estaba pasando más adelante.

Su padre se encontraba luchando afuera de las murallas de protección del pueblo de los híbridos, pues era lo que le tocaba por ser uno de los guardias del lugar, luchando junto a compañeros contra una infinidad de monstruos que la luna roja provocaba.

–M-mamá, ¿Papá va a estar bien?–

Preguntó apretando con sus manitas la tela de la larga falda, recibiendo una caricia en su cabello.

–Esperemos que si bebé–

Escuchó la voz angustiada de su madre, pues hace tan solo un par de minutos, su esposo había sido herido en la lucha.

La lucha parecía complicarse, había más heridos de los que se esperaba, Focus tenía miedo de que su padre resultara más herido, y lo único que podía hacer era ocultarse tras las faldas de su madre.

[•••]

–¡Papá!–

El pequeño cuervo corrió a brazos de su padre al verlo volver victorioso, aferrándose a una de sus piernas mientras sus ojitos expulsaban lágrimas, escuchando la risa cansada del mayor.

–Ya pasó bebé, estoy bien, no llores–

Cargó a su hijo aguantando un quejido por su costado herido bajo la gastada armadura, caminando despacio hacía su esposa preocupada que le esperaba para rápidamente atenderle las heridas.

–Vamos cariño, Focus, bebé, papá tiene dificultades para caminar–

La mujer se acercó para ayudar al hombre al verlo caminar mal, bajando al niño de sus brazos y haciendo a su esposo apoyarse en ella.

–Lo siento papá–

Se disculpó Focus, para rápidamente correr a la puerta de su casa para abrirla de par en par para ayudar a pasar a su madre y padre más fácil.

La pequeña familia terminó entrando a la casa, siendo las puertas bien cerradas y las luces prendidas, donde la mujer se dedicó a curar a su marido.

[•••]

El pequeño Focus quería ser como su padre.

Su padre era un alfa, fuerte, valiente, que no temía a salir a pelear por proteger a su familia y pueblo.

Él quería ser como su padre, quería ser un alfa para también proteger a sus padres y pueblo en situación de peligro, recibir el daño en lugar de que ellos lo hicieran.

Ya había pasando un tiempo desde la luna roja, su padre ya estaba recuperado y volviendo en la noche de guardia por cualquier peligro, por lo que ahora mismo de día descansaba para tener fuerzas en la noche.

Su madre le había dejado ir a jugar con sus dos mejores amigos para no hacer ruido en la cabaña, así que eso sería lo que haría.

–¡Focus, por aquí!–

Una voz conocida para él lo hizo sonreír con emoción.

–¡Voy!–

El pequeño cuervo corrió hacia donde estaba uno de sus amigos, Pato, quién era un híbrido de pato y tenían la misma edad de diez años.

–¿Dónde está Dess?–

Pato sonrió emocionado palmándole un hombro.

–¡Dess está entrenando!–

Focus miró confundido a su amigo, ¿Entrenando?

–¿Cómo que entrenando Pato?–

El niño asintió muchas veces, pareciendo que podría lastimarse el cuello si seguía así mucho tiempo.

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