XI. Love, I Hate You

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"Solo quería salvarte. Solo eso."


- Te ves diferente

San dio un respingo ante el inesperado comentario, sus ojos desviándose ligeramente al demonio que le había hablado.

Lo peor, es que ni siquiera había percibido su presencia y llegada.

HongJoong, su cabello nuevamente negro y cambiado hace tiempo atrás por uno más corto, lo observaba con detención. Su rostro estaba ladeado y sus ojos de demonio reflejaban esa curiosidad innata, como también su sagacidad.

- Tu también – fue su escueta respuesta volviendo la vista al frente.

- Solo el cabello. Pero tú...

HongJoong dejó la frase inconclusa a propósito. Más que generar suspenso, era simplemente que no había ninguna palabra que calzara para completar aquella oración. Diferente, era lo mejor que se ajustaba a lo que sus ojos captaban. Si era honesto, nunca había recaído mucho en el ángel, durante esos años. Su atención siempre estaba fija en SeongHwa, en sus avances y retrocesos. También recaía en la madurez de los años que iban lentamente apoderándose de sus rasgos, eso recordándole lo volátil del tiempo en aquellos que no son inmortales.

A diferencia de ellos. Él era inmortal, encadenado a la Tierra de por vida. El tiempo no lo afectaba, más que cortar su cabello o intentar un color diferente en él. Pero sus rasgos seguían igual. Su joven y maligno cuerpo, también.

Y lo mismo iba para San.

Pero el ángel...se veía distinto. Desteñido, tal vez. Su cabello rubio brillante, estaba opaco, como paja. Sus alas blancas, siempre erguidas y orgullosas, estaban desplomadas en el suelo, acompañando lánguidamente a su dueño que se mantenía sentado en el tejado de esa casa, su vista sin dejar el frente.

También, se percibía diferente.

¿Agotado, tal vez?

Drenado.

San frunció el ceño cuando el insistente demonio apareció de nuevo en su rango de visión. Esta vez HongJoong levitaba de cabeza frente a él, de tal forma que sus ojos lo veían de revés, mientras su cabello caía por inercia hacia abajo al estar invertido.

- Tus ojos, ¿no eran verdes?

- Siguen siéndolo...

- Están más oscuros, exóticos. ¿Qué has estado haciendo, ángel?

Y antes de que HongJoong comenzara a olerlo también, San se apartó.

No quería probar los instintos de HongJoong, mucho menos descubrir si el demonio podía oler el pecado en él. Desconocía si aquello podía tener aroma, ya que San no tenía ese sentido, pero tampoco deseaba comprobarlo.

- Impresiones tuyas – lo cortó – SeongHwa está bien, por cierto...

- Hum...cambiando de tema. Que esquivo

- No cambio de tema. Solo me enfoco en lo que te interesa y eso es SeongHwa, ¿o me equivoco?

- También cortante- señaló, ignorando olímpicamente lo dicho por el ángel – Arisco como siempre, San. Solo espero que no vengas a mí con sorpresas

- ¿Cuándo he...?

- WooYoung – lo cortó.

Los ojos de San brillaron en respuesta, delatándolo. Al igual que el ligero temblor de sus alas, unas que conocían demasiado bien ese nombre, tanto su presencia, como sus caricias.

Guilty Love [WooSan| +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora