"El pasado es una estela negra que dejamos tras nuestro a cada paso. Si la vemos, nos abduce. Si la ignoramos, nos persigue."
- ¿Sabes? Aún no puedo creer que no seas plano como una tabla. ¿Cómo es que no caíste en la tentación antes? – preguntó mirando con malicia a San.
Ahí, recostados sobre esa amplia cama, entre sábanas de satén en un cuarto lujosos de hotel, estaban ángel y demonio. Descansando.
Descansando después de un increíble sexo.
WooYoung mentiría si dijera que no estaba sorprendido por cómo se habían ido desarrollado las cosas en el último tiempo. San había caído. Caído completamente en sus garras y ya no necesitaba inventar excusas o arrastrarse por un poco de atención cuando este cedía tan fácilmente. Bueno, no siempre. Había veces que solo era un simple manoseo y no más. San no tenía mucha resistencia que digamos y tan pronto llegaba al orgasmo, todo juego se detenía. Ese era el límite del ángel.
No superaba esa valla.
WooYoung no sabría decir si era por miedo o simplemente que su cuerpo celestial solo podía aguantar una cierta dosis de lujuria y nada más. De todas formas, no importaba. Cualquiera fuera la razón, eso no cambiaba el hecho que las cosas seguían avanzando favorablemente en dirección a sus planes. Cada encuentro era una inyección de lujuria que acercaba más al ángel al Infierno y él, el goloso demonio, que lo esperaba con los brazos abiertos.
Ya no podía esperar a tener a San como demonio. Totalmente para él y sin tener que compartir su tiempo con molestos humanos. Para su agrado, no habían tenido nuevas discusiones al respecto, SeongHwa quedando en el pasado. WooYoung no lo nombraba, ya que prefería utilizar cada minuto que tenía para degustar al ángel, en vez de caer en discusiones absurdas. Por su parte, San tampoco hacía mención de ello.
No lo usaba como argumento para detenerlo. O mejor dicho, ya no habían argumentos para detenerlo.
Es por eso que podían disfrutarse mutuamente en total libertad, las visitas de HongJoong siendo lo único que los separaba momentáneamente, antes de volver a reunirse con más ahínco.
Eran amantes desesperados, anhelantes por el otro. Casi obsesivos.
WooYoung no podía pasar ni una noche sin pensar en esas alitas blancas agitándose, en los gemidos del ángel y en como pronto lo tendría bajo suyo.
Por ahora, disfrutaba con ser el pasivo. Sobre todo, cuando San se dejaba llevar por el deseo y hacía unos movimientos de infarto con su cadera que lo dejaban hecho un jodido mar de gemidos, de lo bien que se sentía. Aun así, no negaba que le gustaría cambiar de posición a futuro.
De ser él quien produjera el mismo efecto en el ángel.
Mordiéndose el labio, travieso, observó al ángel quien finalmente abría los ojos. Ahí, recostado en esa cama, San seguía recuperándose del mareo que siempre le venía después de toda la acción. Su palidez aún era patente mientras WooYoung paseaba perezosamente sus dedos por su pecho desnudo, dejando que terminara de recomponerse.
Cuando sus ojos se posaron en él, parecía que por fin estaba recuperado del todo.
O al menos, lo suficiente, para darle esa letal mirada en respuesta a su anterior comentario.
WooYoung sonrió.
- No me quejo. – continuó, retomando la conversación con su sonrisa ladina - Realmente disfruto tu armamento dentro mío
San resopló y una mueca marcó sus labios para opacar el sonrojo que subía por sus mejillas a borbotones.
- Eres...imposible- pronunció y WooYoung no pudo estar más encantado con el comentario.
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Guilty Love [WooSan| +18]
Fiksi PenggemarEl amor es estúpido, según WooYoung. El amor es todo, según San. Cuando WooYoung deja su existencia de humano para transformarse en íncubo, solo sabe dos cosas: sexo y que desea destruir a San. Y hará de todo para lograr su cometido. "Haré que gimas...