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─Muy bien, Riku-san─le felicitó Cecil al pelirrojo.

─¿En serio estuvo bien?─se atrevió a preguntar el pelirrojo algo apenado.

─Claro que si─

Riku sonrió también, había sido un cambio tan inesperado, pero al menos agradecía estar en una situación similar a la que ya estaba acostumbrado. En serio lo agradecía.

Graciashabló nuevamente mientras avanzaban tras bambalinas.

Se mantuvieron en silencio mientras que se dirigían hacia el camerino que se les fue asignado durante su estadía, donde una vez llegar comenzaron a cambiarse para poder salir. 

─Bueno...─la voz del moreno lo hizo girar a verle una vez se cambio.─Tengo que moverme a otro lugar y tú también, nos reuniremos hasta la tarde con los demás─explicó mientras se acercaba a su mochila, de donde saco una hoja.─Toma, te servirá de aquí hasta la tarde─.

Nanase tomó la hoja y sin dudarlo dirigió su vista a ésta, se sorprendió...

─Esto es...─

─Ese horario te ayudará─interrumpió Aijima sonriendo.─Siempre es bueno tener uno─mostró otra hoja, más ésta era suya.─Otoya y yo siempre nos reunimos a hacerlos, inclusive a veces hacemos el horario de los demás, nadie nos lo pide, pero es divertido...─se quedó pensando por un momento.─Claro que esta vez me tocó hacer este par yo sólo, pero esta bien, es para poder ayudarte en lo que resolvemos esto─.

─Gracias, en serio, no sabría que hubiese hecho sin tu ayuda, creo que en estos momentos estaría más perdido que aquellos que no tienen sentido de orientación─aquel comentario hizo reír a Cecil.─Uhm...¿puedo preguntarte algo?─se dio luz verde tras el asentimiento del moreno.─¿Lo hechas de menos?─.

Cecil se quedó pensando unos segundos, antes de responder.─La verdad si, pero igual no me molesta esto de hecho se me hace gracioso, digo, sigo sin entender como es que paso...pero no esta mal, recuerdo que Otoya dijo que quería vivir una aventura, creo que se cumplió el deseo de una manera algo curiosa─rió y miró al pelirrojo.─Pero eso si, no te negaré que es algo raro verlo y saber que no es él─.

─Lo entiendo─Riku se acercó al espejo que se encontraba en aquel camerino y miró su reflejo. El reflejo de un pelirrojo que no era él.─¿Puedo hacerte una pregunta más?─nuevamente luz verde.─¿Porque tú y él son hermanos? No se parecen en nada─con temor giró hacia el chico, esperando no haberse interpretado groseramente.

El moreno notó eso, más negó levemente dando a entender que aquello no le molestaba en absoluto.─Es algo complicado de explicar, Riku-san─aquella respuesta alarmó al pelirrojo, quien se puso algo rojo y pidió disculpas.─No, tranquilo esta bien─rió nuevamente.─Es complicado por lo larga y extraña que es la historia, sólo te puedo decir que lo somos por parte de nuestra madre─.

─... Creo que entiendo─habló tras un corto silencio, Riku.

Cecil asintió y pasaron el siguiente rato en silencio, pues se estaban  terminando de arreglar para su salida.

─Bien, nos separamos aquí, te deseo suerte─habló Cecil mientras tomaba sus cosas y se acercaba a la salida. Fue el primero en estar listo.─Disculpa que no te esperé, pero si tardó más de la cuenta Camus me va a matar─hizo un gesto algo chistoso a la vista de Riku y después salió.

I N T E R C A M B I ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora