En el centro de la gran cuidad como lo es Corea del Sur, existe una escuela prestigiosa llamada JYP, donde ahí solo son aceptados aquellos con el gran talento para el canto, el baile, la actuación y la composición. Miles de niños, adolescentes y has...
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24 de Diciembre
Jisoo'sPOV
—¿No has despertado a Lisa?—pregunté al abrir la puerta, Jennie estaba cerrando el bolso donde llevaría algunas cosas a la casa mientras Lisa permanecía en su cama con la boca abierta en el quinto sueño.
—¿Tenía que hacerlo?—rodé los ojos caminando hasta la cama de Lisa para moverla suavemente.
—Lalisa, despierta—la removí escuchándola quejarse por la interrupción de su sueño—. Tenemos que irnos, despierta.
—Cinco minutos más... —susurró dándose la vuelta hacia la pared.
—Déjame a mí—sentí un ligero empujón por parte de Jennie.
—Jennie no...
—¡Lalisa!—tarde, le gritó al oído haciendo que Lisa saltará por el susto.
—¿Qué mierda?—se levantó claramente enojada por como Jennie la había despertado.
—Tenemos que irnos, levanta tu estúpido trasero y ve a bañarte—se dio la vuelta para volver a hacer lo que estaba haciendo.
—¿Y por eso tienes que despertarme así?—se paro de la cama enojada, queriendo dar pasos hasta Jennie para enfrentarla.
—Jisoo te hablo bien pero no despertaste, teníamos que usar la segunda opción—negué soltando un suspiro.
—Ve a bañarte, Lisa—tomé su toalla para dársela, le di la vuelta para que caminara hacia el baño— Anda—ella me obedeció y se encerró en el baño—. Jennie—la llamé girando para verla.
—¿Qué?—me crucé de brazos cuando se volteó para verme.
—Debes dejar de tratarla así, ¿ok?—rodó los ojos al escucharme.
—Ni siquiera la he tratado... —la interrumpí.
—No quiero ver otra vez que la trates así, ¿entendiste?—soltó un suspiro tomando su bolso.
—Sí, esperaré con Rosé—salió de la habitación dejándome ahí a la espera de Lisa, caminé hasta la cama para ponerme de rodillas y buscar debajo de ella alguna mochila para que Lisa guardara algunas cosa por la semana que estaríamos en mi casa, estire mi brazo cuando encontré uno y la saqué poniéndome de pie, caminé ahora hacia su guardarropa y tomé algunas prendas de invierno, las doble cada una para después ir acomodándolas dentro de la mochila.
—¿Qué haces?—giré hacia Lisa cuando salió con una toalla envuelta en su cuerpo.
—Guardo ropa para la semana que te quedaras en mi casa—caminé hacia la salida—. Tú encárgate de tu ropa interior, te esperamos en mi habitación.
—Ok—fue lo último que le escuché decir antes de salir de la habitación y caminar hacia la mía.
