cαρiτυℓσ ท°10

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-Te hiciste mierda Profesor Snape-dijo el pelinegro, mirándolo con preocupación.

-Estoy joya para su información Potter- agregó secamente, mientras estaba tirado en el suelo, patas arriba. Harry solo rodó los ojos y cargó a Snape para llevarlo a la enfermería, mientras los demás los seguían.

Mientras Snape estaba recostado em una camilla, Draco se tomó el tiempo para mirar de arriba a abajo a Harry, pues lucía magnífico a sus ojos (a los de todos en realidad). "Mi padre se enterará de esto", pensó internamente, más no se contuvo a darle un piropo al pelinegro, de ahora 19 años, el cual tartamudeó un "gracias Draqui", súper sonrojado. Más hermoso no podía ser, pensó por último el rubio, antes de ser interrumpido por Severus.

-Mejor me voy, porque si no me mató la caída de las escalerás, moriré de diabetes con ustedes dos- dijo con cara de asco, a lo que todos rieron y se despidieron de el para dejarlo trabajar en un ambiente no tan de "ponys vomitando arcoiris con brillos".

Pasaron varios días en los que Severus hizo la poción. Eso les dió tiempo a los tortolitos de conocerse mejor.

Ambos iban riendo por los pasillos, siendo observados por los estudiantes que estaban allí. Más todos sonreían ante ellos, ya que luego de todo Hogwarts se enterará de lo que le sucedió al señorito Potter y cómo 3 slytherins habían dejado su enemistad con el trío dorado, la reputación de la casa ya no era mala, todo lo contrario. En las clases se podía ver como las 4 casas trabajaban en armonía, sin matarse entre si. Hasta habían tomado la frase "las casas unidas, jamás serán vencidas" cuando alumnos de otras escuelas decían que su escuela era mucho mejor.

Ahora todo era tan diferente y agradable, pensaba Harry.

-Cara rajada, ¿estás bien?, te noto en las nubes. A lo que Harry rió y le contestó que se encontraba bien.

-¿Quieres que vayamos a hablar a otro lugar con menos gente?-propuso el rubio.

-Claro, vamos- respondió sonriente.

Al entrar a un aula vacío, sorprendieron a una parejita de atrevidos que estaban besándose apasionadamente. Al oír el ruido de la puerta abriéndose de par en par, se separarón, con el rostro más rojo que el cabello de los Weasley. Más la comparación era exacta, porque oh sorpresa, ERA RON WEASLEY Y BLAISE ZABINI.

La mandíbula de Draco estaba por el piso, pero se compuso rápidamente y les sonrió pícaro.

-Vaya vaya,que ven mis ojos. Pero si son mi querido amigo Blaise el indomable y Ron la comadrejita- dijo con tono burlón. Pero el ambiente era cómodo, sabía el pelirrojo que eso era broma, de lo contrario, lo habría matado. Todos sabían sobre las icónicas peleas de estos.

-¿Hace mucho están saliendo?- preguntó el pelinegro luego de salir del shock. Cuando iban a responder, apareció Snape, dándole a todos un susto de muerte.

-Muchachos -saludó-necesito que el tan amable Potter me siga, creo tener la solución lista. A lo que este solo asintió y lo siguió.

Cuando Snape ya estaba lejos, Ron frunció el seño y habló.

-Dios mío, Severus probablemente ha tenido un día de pelos locos. La "Barbie" y el moreno estallaron en carcajadas. La situación tenía pinta de mejorar.

τнє ƒαiℓє∂ ρστiσท Donde viven las historias. Descúbrelo ahora