cαρiτυℓσ №7

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La luz iluminaba la habitación, dando a entender que la mañana ya había llegado, y mostrando una bonita imágen de un angelito durmiendo.
Cuando Draco entró en la habitación de Harry, le pareció ver un resplandor muy fuerte, y empezó a imaginar ver cosas, pero descartó ese pensamiento tan rápido como llegó. Pues al no poder completar su "Sueño de belleza", ya empezaba a ver e imaginar cualquier cosa, aunque no tuviera sentido alguno.

Dejó de pensar en eso, y decidió despertar a Harry, pues eran las 8:30 de la mañana de un sábado, y debían ir a desayunar. Él sabía que tal vez era algo temprano despertar a la criaturita, y más un día en el cual no tenían clases, pero el ya tenía hambre, y si no comía en ese momento, iba a estar de peor humor del que ya estaba.

Con cuidado, se sentó al borde de la cama donde yacía Harry, y muy dulcemente, acarició sus cabellos azabaches, que estaban más alborotados que de costumbre, para luego acariciar su mejilla.

Harry, al sentir que algo o alguien lo tocaba, abrió sus ojos, y se colocó sus lentes, y logró ver a Draco, quién tenía la intención de que despertara.

-¿Qué pasa, Draco?, ¿Qué hora es?- preguntó ya un poco más despierto Harry.

-Harry, hola- dijo Draco- Son las 8:35- prosiguió.

-¿Por qué me despertaste temprano?- dijo el pequeño haciendo un pucherito adorable- estaba soñando que montaba un Pony salvaje de color rosa con alas de cristal decoradas con polvo de estrellas, en el Mundo de las Mariposas y Unicornios.

Draco puso cara de sorpresa, pero duró solo un segundo, ya que empezó a reír a causa del sueño de Harry, sin dudas ese niño le alegraba la vida, y la subía el ánimo inconcientemente.

El pequeño puso tal cara de ofendido, que Draco estaba seguro de que si su padre lo viera, estaría muy orgulloso de el.
Aunque claro, Harry no pudo estar ofendido por más de dos segundos, pues se rió a la par de el rubio.

-Ya cambiate, pequeño mocoso- dijo Draco intentando sonar estricto y serio, aunque el azabache sabía que era broma.

-Enseguida voy- dijo Harry- No vaya a ser que tu padre se entere de esto- agregó, mientras se encaminaba al baño a cambiarse, y se burlaba de la expresión de el mayor.

Al terminar de cambiarse e intentar peinarse, Harry salió del baño, y junto con Draco se encaminaron hacía el Gran Comedor, donde vieron a los demás.

Cuando Harry estaba por sentarse, vió que Cédric le hizo seña de que se acercara, y fue en ese momento cuando recordó que había quedado con él.

-Chicos, lo siento por no poder quedarme con ustedes, le prometí que hoy íbamos a quedar, nos vemos luego.- así, Harry besó la mejilla de cada uno de sus amigos, para luego ir corriendo hacía dónde estaba Cédric.

Cuando esté lo vió llegar, abrió sus brazos, como haciéndole una invitación a darle un abrazo, el cual es pequeño aceptó gustoso. Todo iba bien, aunque Cédric sentía que el ambiente se enfriaba de a poco.

Y tenía razón, pues la fría mirada de Malfoy, estaba puesta en su nuca. El chico Hufflepuff, estaba seguro de que si esa mirada fuese un Avada Kedavra, ya estaría muerto.

No sé había dado cuenta, de que se había quedado en las nubes por así decirlo, hasta que escuchó a Harry llamarlo con tono algo preocupado.

-oh!, Estoy bien. Ya vámonos- terminó, y tomó la manito de Harry, guiándolo al patio.

Cuando llegaron, el pequeño pudo ver qué Cédric había preparado un Pícnic. Había variedad de comida, aunque en su mayoría era con chocolate, ya que el sabía que al pequeño le encantaba.

Comieron, y charlaron de varías cosas, algunas un poco más serias, y otras sin mucho sentido, aunque sí muy divertidas.

Al terminar el Pícnic, decidieron caminar tranquilamente por los jardines, y luego se pusieron a practicar hechizos fáciles y divertidos.

Reían y reían, les dolía el estómago de tanto reír, y la boca de tanto sonreír, pero aún así, lo seguían haciendo, pues todo era muy divertido.

Las horas pasaban, y ya iba oscureciendo. Harry, le agradeció a Cédric por hacerlo reír tanto, y demás. Le dió un beso en la mejilla, y se despidió.

Cédric se ofreció a acompañarlo hasta dentro del castillo, pero Harry se negó amablemente, y se encaminó el solo.

A todo esto, eran las 22:15, y el pequeño iba caminando hacía el castillo.

De la nada, empezó a sentirse mareado. La cabeza le pesaba, el cuerpo le temblaba, y su vista se nublaba. Trató de apurar su pasó, pero simplemente ya no podía, sentía que se iba a desmayar. Cayó, cayó porque ya no podía mantenerse en pié, aunque todavía estaba consciente, pero no mucho.

Al caer, su cabeza chocó muy fuerte contra una afilada piedra, esta vez sí, dejándolo totalmente sin conocimiento.

Hey!, ¿Cómo están? :3
Acá les dejó un nuevo capítulo, el cual termina algo inesperado, espero les guste! ❤️

τнє ƒαiℓє∂ ρστiσท Donde viven las historias. Descúbrelo ahora