❥ My owner ⁀⋱‿ ♡▕ Jɪɲ ▏⊰۝ ͒

🐾Capítulo 7🐾

"Híbridos rondando"

—Okey, mamá. No te preocupes estoy bien y no me ha pasado nada ¿si?... —Cho-Hee miraba de reojo a SeokJin, quién escuchaba a unos metros la conversación que mantenía la joven mujer con su progenitora— No, ya te dije que no pasa nada... No es necesario que vaya contigo y papá, ya soy una adulta y me sé cuidar... Ay, madre, no exageres. Son solo híbridos, no deben ser malos o algo, de seguro solo son iguales que que las personas... Además es un cuento de niños para asustar, no te preocupes por cosas así —Aclaró intentando sonar tranquila— Okey, okey, yo también te quiero, hasta pronto —De una buena vez la llamada terminó, dejó su celular sobre la mesa y se volteó hacia el híbrido.

—¿Todo bien? —Preguntó Jin acercándosele. Sus cejas se encontraban levemente curvadas hacia arriba demostrando su preocupación ante la situación, ya que había logrado escuchar un poco, claro que sin mala intención o solo por estar de entrometido.

—Sí, sí, solo que... hay rumores de que al parecer ha habido un avistamiento masivo de híbridos por diferentes ciudades. Esto no ha ocurrido hace muchísimo tiempo y por eso mi madre está preocupada por mi seguridad y bienestar. Cree que me va a pasar algo malo estando aquí sola en el bosque.

Jin asintió escuchando sus palabras, aunque le era difícil concentrarse cuando su vista se perdía en sus suaves labios (al menos eso suponía ya que no sabía la respuesta) o en sus hermosos ojos. Pero qué podía hacer, su canino interior estaba flechado por la humana y sus encantos.

Estar viviendo con Cho-Hee era todo un reto para él, su lado animal tenía ciertas necesidades... Y estando ella a su lado no hacía que su tarea de olvidarlas fuera fácil. Aunque sea tocar hasta uno de sus cabellos le bastaba para ser feliz. El más mínimo contacto hubiera hecho que su rabo se moviera.

—Ya sabes un "ataque sorpresa" por parte de los híbridos o algo así... —Continuó hablando— Claro que no te quiero ofender con lo que he dicho, no creo que tú ni los tuyos sean malos, pero mi madre es tan... ¿precavida y protectora? —Elegir las palabras adecuadas para describrir a su madre era difícil.

Quedó mirando en total silencio al híbrido, esperando una respuesta por parte de este, y solo ahí fue cuando Jin se dio cuenta de que la chica había terminado su charla. Salió de su trance sacudiendo levemente la cabeza para olvidar los pensamientos que tenía hace unos momentos, y aclaró un poco su voz para hablar.

—Oh... me parece raro que los híbridos estén rondando cerca de las ciudades, por lo que sé, hace un par de años se hizo un acuerdo entre todas las tribus de híbridos que consistía en que no visitarían las ciudades humanas. Incluso, tú ya sabes que yo fui expulsado por hacer algo así... Esto realmente es raro, tal vez deba visitar a mi padre para ver qué es lo que está sucediendo —su faceta más seria tomó lugar, dejando de lado la de cachorro enamorado.

—Pero, Jin, tal vez te puedan hacer daño si haces eso. No me gustaría pensar que puedes salir lastimado solo por preocuparte. Mejor... Hay que esperar a ver si sucede algo más, y si así es, actuaremos los dos, ¿bien? —Acarició su cabello como si se tratase de un niño pequeño— En el tiempo que te he cuidado te he tomado algo cariño y no quiero que te suceda algo malo. Te cuidaré como si fueras un hijo o algo así —Rio al pensar en Jin como un hijo, porque vamos, cualquier madre estaría orgulloso de tener a SeokJin como su retoño, pero ella aún se consideraba muy joven para ser madre y al híbrido muy mayor como para tener ese tipo de conexión.

SeokJin solo le sonrió con cariño, mostrando sus blancos dientes en una tierna sonrisa. Pensando en que le agradaba la idea de que Cho-Hee le cuidara, solo que la idea de que pensara en él como un hijo le disgustó un poco, él no quería que le tratara como a un hijo ni como a una mascota.

—Muchas gracias por todo, Cho-Hee. Te agradezco enormemente por haberme ayudado tanto en este último tiempo, sin tu ayuda no sabría qué habría hecho cuando estaba más herido. Creo que te quiero mucho por eso —de todas formas dejó esos pensamientos de lado para mejor concentrarse nuevamente en la joven mujer.

La chica extendió sus brazos abiertos hacia adelante, completamente enternecida por las palabras de Jin. Esperó así un par de segundos hasta que el contrario reaccionó, copiando su acción, así dando pie a un adorable abrazo lleno de aprecio y cariño.

—Yo creo que también te quiero, Jin. Tu compañía me ha hecho muy feliz estos días. Eres un buen chico —Dio un par de palmadas y caricias en la espalda del híbrido, dándose cuenta tan solo unos segundos después que lo último había sonado un poco como si tratase a un animal. Pero a Jin no lo había importado para nada, ya que al sentir el cálido abrazo de Cho-Hee, había nublado todos sus demás sentidos.

Por eso mismo ni siquiera se dio cuenta cuando ya estaba abrazándole con tanta confianza y fuerza, como cuando se abraza por última vez a alguien que amas y no sabes cuando volverás a ver. Cho-Hee se incomodó un poco al principio, pero después solo lo dejó ser y afianzó el abrazo hasta que el joven desistiera de él.

—Tu aroma es dulce... —susurró Jin sin percatarse de sus palabras. Solo logrando que Cho-Hee riera suavemente por aquellas palabras— Por ello te protegeré para que siempre sea así, Cho —prosiguió, sonriendo tontamente por aún mantener el tan preciado tacto de la chica.

Sin duda los híbridos eran de cuento. Y espacialmente Jin, que era un hermoso príncipe, solo que con orejitas y un adorable rabo incluidos.

"¿Quién necesita un príncipe azul cuando tiene uno con un olfato espectacular y abrazos cariñosos en extremo?", pensó.

Por el momento Jin era todo lo que necesitaba, nada más la podría mantener tan tranquila como la compañía del adorable muchacho con esas características de un canino que le hacían destacar.

27/01/22