"Cambio tras cambio"
Sus manos sudaban excesivamente más de lo normal, no tenía claro si era por su embarazo, por estar manejando o por los nervios que la estaban carcomiendo más que el óxido a algún metal abandonado; todo eso producto de la pronta visita a casa de sus padres.
Jin sostenía a Ahn entre sus brazos con fuerza, pero no exageradamente, sino solo asegurándose de que el cachorro se mantuviera bien durante el viaje. ¿Estaba nervioso? Pues claro que lo estaba, pero no necesitaba preocupar más a Cho-Hee, que de por sí ya estaba liberando sus nervios hasta por sus poros.
Todo el viaje fue en silencio, ni siquiera el sonido de la radio se sentía como debería hacerlo comúnmente. La tensión en el ambiente era más que palpable y aumentó más al momento de estar estacionados frente a la casa de los padres de la humana, quién constantemente se repetía a sí misma que era ahora o nunca el momento para contarle a sus padres la noticia de que serían próximamente abuelos... y que el padre de su hijo era nada menos que un híbrido. Y claro, también que junto a Jin habían adoptado a un pequeño híbrido.
Si lo pensaba así era bastante fácil de decir, pero imaginar estar frente a frente contando eso sonaba casi irreal; por no decir imposible.
—Todo estará bien, amor —Le habló el híbrido tratando de tranquilizarla. Su semblante se notaba más que serio y para el bebé no era bueno estar expuesto a tantas emociones fuertes.
—No des por seguro algo que no sabes, Jin. Ni siquiera yo sé cómo reaccionarán mis padres... así que no digas algo para darme esperanzas, prefiero mantener bajas expectativas para estar preparada para todo —su tono no fue de molestia, tampoco se mostraba enojada. Simplemente no quería pensar que todo estaba solucionando cuando sabía perfectamente que las cosas recién comenzaban.
—Tienes razón —cedió, casi con dulzura—, pero por lo menos uno de nosotros tiene que ser positivo para darle fuerzas al otro, y en ese caso prefiero seguir con mi pensamiento para estar ahí cuando me necesites.
—Está bien, gracias por esto, Jin. Ni siquiera era necesario que vinieras... pero aún así te has arriesgado por mí.
—Y lo haría una y mil veces, Cho-Hee. Tú estuviste para mí cuando te necesité, lo menos que puedo hacer es estar contigo ahora que tú también lo necesitas. Eres lo que más me importa en este mundo junto a nuestros bebés... si no me preocupara por ti, tendría que ser un imbécil.
—¡Jin! No digas esas palabras cuando tienes a Ahn en brazos.
—Lo lamento —una pequeña risa se escapó entre sus labios—, pero sabes que es cierto. Tendría que ser muy tonto para dejarte enfrentar todo sola.
Tras las últimas palabras se formó un pequeño silencio, que para la suerte de ambos fue más que cómodo, aprovecharon de tomarse de las manos acariciando la del otro con mucho cariño. Y estaban concentrados en eso cuando el pequeño Ahn se comenzó a remover en su lugar más de lo que habitualmente hacía, y un abrir y cerrar de ojos el pequeño cachorro se había transformado en un dulce bebé, el cual necesitaba un poco de ropa...
—¿Cómo ha hecho eso? —totalmente sorprendida la humana no podía dejar de observar al pequeño híbrido que tenía frente a ella. Su rabo era pequeño pero abultado, y sus orejitas eran una de las cosas más adorables que había visto un su vida. ¿Acaso el pequeño o pequeña que llevaba en su vientre también sería así?
—Ha llegado su momento, eso es todo. Ahora necesitamos colocarle ropa, ¿en el bolso que traemos hay ropa para Ahn?
—Claro que sí, e incluso hay mucho más que sólo ropa, también hay juguetes, mudas y hasta pañales. Soy una mujer precavida, Jin. Desde que dijiste que se podría transformar he estado atenta para que no le falte nada.
Jin le entregó a Cho-Hee el pequeño y enseguida fue en busca de ropa para Ahn. Y tras unos minutos el pequeño ya estaba envuelto en ropa y una manta como si de una oruga se tratase. Ni si quiera sus orejitas con su rabo se notaban.
—Creo que esto ha sido una señal para que afrontemos la realidad. ¿Tú qué opinas? —le entregó nuevamente a Ahn para que lo sostuviera.
—Puede que tengas razón, incluso nos está diciendo que seamos valientes. Apuesto a que nuestro pequeño sabe lo que está pasando y solo intenta darnos la valentía para que actuemos, ¿no es una ternura? —con cuidado acarició la nariz del pequeño con la propia, y luego tocó su pancita haciéndole mimos
—Yo más bien diría que es un ser muy astuto, apuesto que de grande será igual de inteligente que yo, deberías agradecer que es un híbrido, sino fuera así sería igualito a mí.
—Ay, no exageres, cariño. Yo digo que será igual de apuesto que yo, nadie se podrá resistir a él.
—¿Y acaso alguien ha caído en tus encantos? —le molestó entre risas.
—Efectivamente alguien cayó ante mis encantos. Es alguien muy inteligente y bonita, e incluso ahora que está esperando un bebé se ve más linda que nunca. También tiene unos ojos preciosos, aunque cuando te miran enojados podrías morir con solo verlos, pero cuando se ríe vuelven a ser dulces como la miel. Y para qué decir sus labios, no hay cosa más exquisita en este mundo que esas pequeñas nubes de caramelo.
Las mejillas de Cho-Hee se tornaron de un adorable rosa, estaba sorprendida por las palabras de Jin, pero también feliz por ser capaz de poder escucharlas.
—¿Y la quieres mucho? —preguntó casi tímida. Su mirada repentinamente se había fijado en la calle, donde a esa hora no habían personas transitando. Y tampoco nadie lo haría con el clima frío que hacía, más probable es que estuvieran en sus casas disfrutando de la vida familiar.
—La amo más que a las mañanas cuando nos despertamos juntos y las noches en las que nos abrazamos hasta caer dormidos — y le sonrió lo más dulce que pudo. Acariciando su mejilla con la mano que no sostenía a Ahn—. Incluso si volviera a nacer creo que seguiría amándola.
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❥ My owner ⁀⋱‿ ♡▕ Jɪɲ ▏⊰ ͒
Fanfiction"Se supone que era un perro, no un hombre tan... guapo" 🐾 La vida puede tener tantas sorpresas que para algunos pueden llegar a ser inimaginables. El vivir en paz no siempre ha sido una opción... Y algunos se han tenido que adaptar a ello. Esta es...