Aquél ser dorado

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Corazón Mecánico

Aquél ser Dorado

Se escuchó el suave golpeteo con los nudillos en la puerta de la habitación de Bonnie y luego de unos segundos más la de Chica, era Freddy ya totalmente arreglado para trabajar.

−Muchachos despierten, en unas horas habrá que ponerse a trabajar y deben arreglarse. - Anunció en una suave y serena voz el oso.

Chica por su parte soltó un pequeño gruñido mientras se escondía más entre las sábanas. Un gruñido que Freddy alcanzó a oír.

Sonrió un poco. −Si se alistan y abrimos más temprano les dejare parte de la tarde libre.

Como si de unas palabras mágicas se hubieran tratado pudo escucharse el portazo del baño de aquella rubia, quien canturreaba muy emocionada de poder salir de compras más tarde.

"Eso siempre funcionaba"

Por otro lado Bonnie se había levantado tranquilamente con los ojos medio cerrados un poco por el sueño, tomó una toalla del closet y se metió al baño.

Lentamente llegó al lavamanos y comenzó a cepillarse cuidadosamente para luego tomar un poco de agua para enjuagarse, al terminar comenzó a lavarse la cara, tallándose un poco los ojos para poder abrirlos. Rápidamente a continuación se deshizo del pijama y se metió en la bañera dejándose llevar por el agua que lo hundía.

Suspiró, de la nada recordó el suceso con Foxy durante la noche anterior y se sonrojó un poco, aunque al final decidió dejarlo pasar ya que en realidad tal vez él solo quiso molestarle.

Bonnie suspiró bastante relajado para terminar de hundirse para mojarse el cabello.

Luego de unos minutos más sale del baño envuelto en una toalla para comenzar a vestirse con el uniforme que se le había asignado, se secó el cabello, se lo peinó en una coleta baja y se colocó cuidadosamente las orejas mecánicas de la misma manera en la que Foxy se las había puesto antes, pues resultaba una manera muy cómoda.

Abrió la puerta y justo antes de cerrarla se había percatado de una especie de presencia como si alguien lo estuviese mirando, dirigió la mirada a toda la habitación, pero no vio nada.

−Buenos días conejo. - Foxy le miraba sereno haciendo un ademán para saludarle, Bonnie hizo lo mismo.

Por supuesto que sólo bromeaba.

−Buenos días Foxy, ¿a dónde vas?

−Al salón para tomar algo de café, ¿vienes?

Bonnie asintió con un poco de energía para comenzar a seguir a aquél zorro que poseía un semblante sereno.

− ¿Hace cuánto que te levantaste? - Se veía curioso, pero más que todo era para entablar una conversación.

−Bueno, suelo despertarme incluso antes que Freddy aunque no suelo hacer mucho, me aburro con facilidad. - Comentó Foxy desinteresado. -Más o menos a las seis de la mañana.

− ¿No te gusta dormir mucho? - Bonnie estaba un poco anonado, raramente había personas que se levantaban tan temprano por simple gusto.

−Duermo temprano conejo, por lo que el sueño es lo de menos. - Se estiró un poco ocasionando el crujido de algunos huesos de la espalda.

Bonnie hizo un suave sonido, en forma de que había entendido. -Bueno en fin, ¿ya sabes que Freddy nos dará la tarde?

El pirata lo miró un poco más interesado. − ¿De veras?

−Sí, Chica al parecer irá de compras... La escuché mientras cantaba. - Bonnie rio un poco al decir la última frase, el pirata sonrió un poco rodando los ojos.

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