Corazón Mecánico

Día playero

Corazón Mecánico

Día playero

Sábado por la mañana y esta vez nadie despertaría a ninguno de los chicos, Freddy ya se encontraba despierto y sentado en la cama leyendo un libro muy tranquilamente mientras que con una mano acariciaba la cabellera rubia de la durmiente figura femenina que ya de por sí tenía la cabeza en su regazo.

La verdad es que no se encontraba tan concentrado en lo que estaba leyendo y la razón era simple. No sabía cómo es que su pequeña compañera y ahora novia habían llegado a lo que eran actualmente... por el simple hecho de un arranque de celos contra la recepcionista del hotel.

Sonrió estúpidamente al pensar en tal posibilidad puesto que luego de eso el ave se había vuelto más posesiva con él y le había dejado muy en claro lo que quería ser para él. Su novia.

Cerró el libro con lentitud al percatarse de que la menor estaba despierta y lo estaba observando fijamente con una mirada entre curiosa y adolorida.

− ¿Por qué sonríes así, Freddy?

Tras la pregunta cerró sus ojos ensanchando aún más la sonrisa. - Por nada en especial... Sólo estaba recordando cosas. - Abrió los ojos para observarla con más ternura mientras plantaba un dulce beso en su frente. − ¿Cómo amaneces?

−Cómo si me hubiesen golpeado la cabeza con un mazo cien infernales veces. - Se quejó mientras se colgaba de su cuello lloriqueando. - No recuerdo absolutamente nada.

Freddy desvió un momento la mirada incómodo como si estuviese ocultándole algo, cosa que Chica notó. − ¿Ah, sí? Pues no hubo nada fuera de lo normal. Sólo... Jugaron hasta que ninguno pudo más al estar ebrios... Es todo. - Sonrió nervioso mientras la abrazaba de la cintura.

La rubia entre el ceño fruncido enarcó una ceja. - ¿Es todo, seguro?

−Bueno...

−Freddy Fazbear, si me estás ocultando algo será mejor que lo escupas en este instante.

Por fin el oso se dignó a mirar directamente a los ojos al ave quien lo observaba esperando por respuesta. Suspiró resignado. - Debo decir que no eres muy resistente al alcohol. - Chica lo miró confundida y éste prosiguió. - Hubo un momento en el juego en la que casi todos se encontraban ebrios, sobre todo tú. - sonrió un poco al ver el rostro de la menor enrojecer.

−Era mi primera vez...

−Tranquila, lo estaba suponiendo de todas formas. Ahora al caso... Cuando te tocó a ti recitar una frase, tú dijiste que no te sentías atraída por alguien de tu mismo sexo de la misma mesa.

A Chica casi se le cae la mandíbula de la impresión, estaba pálida y la verdad es que se sentía así porque prácticamente había roto la promesa que le había hecho a Bonnie. Pero ¿qué podía hacer? No sabía que la bebida le afectaría tanto y ahora ya no podría arreglar tal error.

‒ ¿Que yo hice qué?

®®®

Fuertes punzadas dolorosas en la cabeza fue lo que le hizo abrir lentamente los ojos al pequeño guitarrista, se encontraba levemente incómodo al sentir un extraño peso alrededor de su cintura. No fue hasta que se restregase los ojos que supiera el por qué la incomodidad y era sencillo, Foxy lo estaba abrazando.

Y no simplemente un abrazo... Era de ese tipo de abrazos en los que zafarte de él era casi imposible, estaban demasiado cerca.

El rostro del menor enrojeció ferozmente sin entender qué fue lo que pasó antes de terminar así, se sentía aturdido y mareado.