ELIZABETH
Me desperté por el fuerte portazo de una puerta, ¿pero que mierdas...? Mire la hora de mi reloj y el alma me cayó a los píes. Eran las cinco menos veinte, literalmente Dylan estaba a punto de llegar y no me había arreglado. Salte de la cama y me dirigí al vestidor. Escogí un pantalón corto vaquero con una camiseta negra de tirantes básica, mis converses blancas y el bikini rosa. Me metí a la ducha y en cinco minutos ya estaba fuera, acababa de batir mi récord personal. Me vestí y me seque el pelo. Eran menos cinco, así que decidí baja a por algo de comer, ya que tenía hambre. Cuando estuve abajo, me acerqué a la encimera a coger algo de fruta, y en la mesa, vi una nota.
"Quiero habla contigo cuando despiertes vente al campo de futbol tengo entrenamiento.
-M"
Pues ya podía espera sentado porque ya había quedado, ademas, estaba loco si pensaba que iba a ir a verle. Cuando tire la nota a la basura, debajo del fregadero, para que mi hermano no la viera y hiciera preguntas, tocaron el timbre. Mire el reloj, las cinco en punto , pues si que era puntual.
Fui a abrir y cuando lo hice me saludo on una amplia sonrisa. Iba vestido con los mismo vaqueros de esta mañana pero ahora lleva una camiseta blanca y las converses blancas, iguales que las mías. Se acercó y me dio dos besos en la comisura de los labios.
-Hola preciosa- sonrío aun más, con esa sonrisa que podría derretir a cualquiera.
-Hombre, por fin- fingí alivio- una vez que no me dices nena- ironice.
-Tu tranquila que ya llegara el momento- me guiñó un ojo -¿Preparada?
-Emm casi, pasa que tengo que coger unas cosas puedes pasar al salón y esperarme ahí ahora vengo.- dije dejándole pasar.
Una vez y dentro, subí las escaleras a toda prisa y cuando llegue a mi habitación cogi una maleta y metí lo necesario para aquella tarde: una toalla, mi móvil, los auriculares y la cartera por si acaso. Cuando estuve lista, baje las escaleras y me dirigí al salón donde se encontraba Dylan. Estaba parado delante de la estantería que había junto al televisor. En la estantería, se encontraban fotos de cuando hermanos pequeños. Ya que no se había percatado de mi presencia, decidí darle un pequeño susto. Me acerqué sigilosamente por la espalda y cuando estuve lo suficientemente cerca de él le salté a la espalda. Al principio se asustó y perdió el equilibrio, pero luego, lo recuperó y me cogió por las piernas. Yo me agarré a su cuello.
-Joder que susto- me dijo- poco más y nos caemos.-Reí fuerte.
-Lo siento, pensaba que mantendrías el equilibrio.-Me disculpe en tono divertido. Él, no se como, me cogió de la cintura y me giro haciendo que enrollara las piernas en su cintura, por la parte de delante, y nuestras caras, estaban una enfrente de la otra. A mi se me corto la risa enseguida.
-Que? Ahora ya no te ríes tanto eh- me sonrió de medio lado. Lo único que pude hacer yo fue tragar saliva con dificultad. Estaba nerviosa.
-Suéltame - dije dura, pero el lo único que hizo fue bajar las manos a mi culo y apretarlo haciendo que me acercara más a él.
-¿O que?- me retó. No estaba segura de que fuera a funcionar pero me acerque a su cara poco a poco. A el se le intensificó la sonrisa al igual que la mirada, y cuando estuve lo suficientemente cerca de su boca como para que nuestros labios se rozasen, desvié la cara y le di un buen lametón en la mejilla. No pude evitar reírme , pero él no hizo más que sonreír.
-¿Porque narices estas sonriendo como un pervertido en la esquina de una calle chunga cuando se supone que tendrías que estar enfadado o asqueado por haberte chupado la cara?- dije indignada.
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enamorada del mejor amigo de mi hermano (Completa)
Dla nastolatkówElizabeth Yackman, una chica de 18 años. Es guapa, orgullosa, cabezota y sobretodo muy sensible. Este año, será muy diferente a otros. Tendrá que lidiar con una serie de problemas que le harán replantearse que quiere y sobretodo, a quien quiere. M...