Capitulo IV

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  Habían pasado como unas 3 horas y media desde que Adri y yo habíamos hablado de Dylan. Me parecía muy considerado y bonito de su parte que se preocupara por mi y por lo que me pudiera pasar por culpa de Dylan, pero tampoco creía que el fuera capaz de hacer eso, podía ser un dios griego y un capullo pero tampoco creía que fuera como los tipos de la calaña de Sergio, no sabía explicar porqué, era una intuición.

  Adri y yo estábamos viendo la película de "Bajo la misma estrella"  y yo ya estaba llorando como una magdalena, ¿como una película me podía afectar tanto? Y eso que ya la había visto como unas siete veces. Adri estaba a punto de llorar, notaba como cada vez se le cristalizaban más los ojos, se le veía tan tierno que daban ganas de comérselo. Si no fuera porqué era mi mejor amigo y lo veía como a un hermano, me hubiera derretido en aquel mismo momento.

  Al final, acabamos los dos llorando como niños pequeños y abrazados mientras veíamos el final de la película.

  -Voy a abajo a beber y luego al baño a limpiarme estos churretones de rímel que llevo- le dije aun llorando como una tonta.

  -Vale aquí te espero.-dijo absorbiendo mocos, buag que asco.

  Bajé las escaleras despacio hasta llegar a la cocina, allí me encontré con Matt. Joder, estaba para comérselo. Iba solo con unos pantalones cortos que dejan ver la parte superior de sus calzoncillos y porsupuesto sus abdominales y su muy marcada "v". Me lo quedé mirando unos segundos, y si no hubiera sido porque capto mi presencia, me hubiera imaginado tocando y deleitando esos perfectos y tentativos cuadraditos que tenia en su tan trabajado abdomen. Me reprimí mentalmente por mis pensamientos, mis hormonas estaban totalmente descontroladas.

  Pareció preocupado cuando me vio, y era normal. Yo también lo estaría si viera mi cara como la tenía en aquel momento . Se acercó rápidamente a mi y me cogió de los hombros.

  -Liz, ¿estas bien?- dijo con tono de preocupación.

  -Si...-dije absorbiendo mis mocos - solo que he visto una película y me he emocionado un poco...un poco bastante.

  -¿Bajo la misma estrella?- yo asentí volviendo a absorber mis mocos y formando un puchero con mis labios. Lo que vino después me pillo por sorpresa. Me abrazo, ¡ME ABRAZO!

  Yo rompí a llorar desconsoladamente, ¿porque? no lo sabía.

  Él me abrazó más fuerte y me acarició la espalda. ¿Me gustaba? más de lo que debería.

  Estuvimos así lo que se me antojo una eternidad hasta que me separé de él, acercó su pulgar a mi mejilla y limpió una de mis lagrimas, no pude evitar bajar la mirada. ¿Porque hacía eso ahora? Nunca lo entendería.

  En eso que me di cuenta de que había dejado un buen rastro de rímel en su pecho.

  -Te he manchado de rímel, lo siento- le dije con la voz ronca de tanto llorar.

  -Se te ve ta tierna cuando lloras- espera, ¿me acababa de decir que se me veía tierna cuando lloraba? ¿Quería decir que le gustaba verme llorar? O peor, ¿estaba piropeándome? El se dio cuenta de lo que estaba pensando por la expresión de mi cara y me separé de él.

  -No me refiero...- no le deje acabar ya que salí pitando de la cocina, oía como me llamaba pero me daba igual.

  No sabia que era peor, pero no quería tampoco una explicación. No entendía para nada en absoluto su actitud hacia mí, porque narices se comportaba así. Jamás había mostrado ningún tipo de interés bueno hacia mi, su única motivación para interactuar conmigo era el poder molestarme y hacerme la vida imposible. Y ahora, después de tanto años, venia con todas estas estupideces.

  Seguí mi camino hasta llegar a uno de los cuartos de baño de la segunda planta, tenía uno en mi habitación pero si entraba con el rimel todavía corrido, Adri me empezaría a hacer preguntas de porque había tardado tanto y no me había limpiado la cara y no me apetecía. Acabé de limpiarme el rimel y asomé la cabeza por la puerta para ver si el camino estaba despejado, gracias a dios no había nadie. Corri hasta mi habitación y sin cruzarme con nadie. Cuando entre en la habitación la situación que tenía ante mis ojos era bastante divertida. Adri estaba tumbado todo espatarrado agarrado a un peluche y dormido, por la comisura de sus labios caía una fina linea de baba. Se le veía tan a gusto que decidí no despertarlo.

  Cogí mi pijama y me cambié allí en la habitación , Adri estaba dormido y solo era un segundo. Cuando me encontraba en ropa interior, alguien abrió la puerta. ¿Enserio?  Si me giré de golpe y vi a un sorprendido Matt y con una sonrisa bastante pervertida para mi gusto.

enamorada del mejor amigo de mi hermano (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora