Jackson Avery, abandono a Samantha Torres, días antes de su boda, esto ocasionó rencores por parte de esta.
Dos años después se reencuentran donde todo comenzó, ahora siendo titulares en cirugía.
¿Samantha Logrará perdonar a Jackson?
Fanfic de An...
El sol va directo hacia mí rostro y por un pequeño momento no puedo recordar en donde estoy, pero finamente veo a Jackson a mi lado,mirándome fijamente y por un momento me quedo clavada en él.
—¿Por qué me miras así?
—Tan solo estaba recordando.–Responde él con una sonrisa llena de nostalgia—Te quedaste dormida en el auto y no quise despertarte.
—Gracias y perdoname, debí ponerte en una posición difícil al estar tan vulnerable.
—Hay momentos en donde debes permitirte ser vulnerable y eso no quiere decir que te haga menos fuerte.–expresa.
—¿Que hay de comer?–Pregunto exigente.
—No hay realmente nada.–Dice poniendo una almohada sobre su cabeza—Y a la vez lo hay todo porque podemos pedir un domicilio.
—Tengo ciertas ganas de probar algo que tú cocines.–Sonrio maliciosamente—En tal momento de vulnerabilidad que vivimos ayer, no deberías negarmelo.
—Muy bien quedate aquí y veré que puedo hacer.
Jackson se va a la cocina y yo me quedo pensando en todo lo que pasó ayer y afortunadamente es mi día libre, me siento una mala doctora, creo que me han pasado mas cosas que a nadie y aunque en la medida de tiempo que he estado en el Grace todo lo he hecho bien, pienso que no le estoy dando mi 100% y eso debe cambiar.
—Solo estas pasando por un mal momento.–Entra Jackson con una bandeja cómo si estuviera leyendo mi mente—Le pedí a alguien que cubriera mi servicio por hoy, para poder estar contigo.
—Mi vida es un caos y siento que estoy siendo mala en mi trabajo, ni siquiera tengo donde vivir y no quiero irle a pedir posada a mi hermana, tengo tanto en mi mente y no quiero buscar ahorita departamento.
Jackson abre las manos de par en par y con su dedo hace un círculo en señal de invitación a su casa.
—Podemos ser roomies.–Propone.
—¡Por supuesto que no!-Digo negando con la cabeza.
—Quedate a vivir aquí entonces y yo me iré a otro lugar.
—Jackson, no puedes salir de tu casa y dejarme aquí, solo por hacerme un favor.–Digo negandome nuevamente.
—Llevas dos días seguidos quedandote aquí, no ha pasado nada malo.–Se queja—Podrías dormir en la otra habitación, o en caso de que te guste más esta podria ir yo a la otra, si me extrañas mucho me quedo contigo.
