Samantha Torres, una talentosa neurocirujana, regresa al Hospital Grey Sloan después de una ausencia de dos años. Su regreso coincide con el reencuentro con Jackson Avery, el hombre que la abandonó días antes de su boda.
La tensión entre ellos es pa...
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"Su hijo partió, quiero pensar que el cielo existe y ahí están nuestros hijos jugando juntos, como hermanos que son."
Han pasado dos meses más con él en cama acompañandose del soporte vital, hoy justamente se cumple el acuerdo médico que firmó un par de años atrás, si se cumpliera tres meses sin poder respirar por su cuenta,sin encontrar razón, sería desconectado.
—Mi niño.–Gimoteaba Catherine al lado del cuerpo sin conciencia de su hijo.
—Dra Avery...Fox.-Corrige April—Es lo que Jackson hubiera querido.
—Deja de insinuar que sabes lo que deseaba mi hijo, cuando la mujer de su vida, lleva cuatro meses esperando un hijo suyo.–Le grita esta.
—Catherine.–La paro—April es muy importante para Jackson y seguramente no le gustaría vernos aquí, discutiendo al lado de él y menos en ese estado.
Los últimos meses April había sido un apoyo vital para mí y aunque yo nunca había sido una fiel creyente, me acercaba a la fé misma, en la que Jackson comenzaba a creer.
—Es hora de despedirse.–Dice Amelia acompañada de Derek.
Me quedo encimismada, jamás había tenido una sensación que se asemejara si quiera un poco a lo que estaba sintiendo, cada día era peor que el anterior, iniciando por una dulce esperanza y terminado con los anhelos heridos.
—Es mejor que la dejemos un momento a solas.–Meredith me aconseja.
—Quiero despedirme de mi hijo junto a mi otra hija.–Interviene Catherine.
Salen de la habitación y queda un silencio sepulcral con lágrimas traicioneras cayendo.
—Mi bebé.–Llora Catherine apoyándose en el regazo de Jackson—Nunca fuiste igual a mí, siempre podías lograr ver lo bueno de las personas, eres mejor que un Avery y a pesar de mis años eres mi ejemplo a seguir.
Día tras día, semana tras semana y mes tras mes, Catherine se había alejado de sus labores en la fundación, incluso yo que estaba absolutamente partida en dos, sabía que lo que era su vida se estaba rompiendo y constantemente con el apoyo de Koracick lograba mantener la fundación en pie.
Ni siquiera Richard, había podido disminuir un poco del dolor que esa mujer tan poderosa estaba sintiendo, me mantengo fuerte por aquella doctora que tanto tiempo me había hecho sentir en familia, evitando romperme.
—Catherine.–Interrumpe Richard—Dejemos a Samantha despedirse de él.
Catherine asiente y sale totalmente destrozada de la sala, no sin antes darle un beso de despedida.
—Mi amor.–Después de oir el cierre de la puerta, rompo en llanto—Ya el bebé está sobresaliendo, da patadas y no me he atrevido a preguntar si es un niño o niña,aveces no quiero vivir, pero sé que sacar todas mis fuerzas es lo que tú habrías querido.–Se forma un nudo en mi garganta y trago saliva—Tengo muchos arrepentimientos, ojala me hubiera tomado el tiempo de seguir a mi corazón y no demorarme tanto tiempo en hacer lo que quería.
