Capítulo 1

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*AVISO* ESTE FIC TENDRÁ ESCENAS HOT Y EXPLICITAS Y PARA MAYORES DE 18 AÑOS. 


La luz de la mañana entró a través de la ventana de la habitación del Elite Way School. Pablo se removió para evitar que los rayos del sol le dieran en la cara.

A pesar de que era muy temprano y hacia unas horas que se habían ido a dormir por la fiesta de fin de curso, el rubio no podía conciliar el sueño. Mientras que algunos de sus compañeros ya estaban descansando en sus propias casas, con sus familias, él todavía no tenía una casa a la que acudir.

Pero eso iba a cambiar pronto, porque su mamá estaba volviendo a Buenos Aires. Ya debería haber llegado, pero Marizza le informó que su mamá le había vuelto a escribir diciéndole que el vuelo se había retrasado algunas horas.

Su retraso solo hacía que estuviera más ansioso por verla. Estaba tan contento de que al fin pudiera abrazar y estar con su mamá que apenas había podido dormir. La había extrañado tantísimo que no podía creer que fuera real.

Y todo gracias a Marizza, aunque seguía sin ser consciente de que ella hubiera hecho eso por él.

Días atrás se había prometido a sí mismo de que no volvería con ella por mucho que la amará, su desconfianza le había lastimado mucho. Le había costado mucho tomar la decisión de no volver con ella y estaba decidido a cumplir con su propia promesa. Pero el día anterior había vuelto a sucumbir a los besos y las palabras de Marizza.

Y es que, al verla delante suyo, con sus ojos castaños adorándole de esa forma y diciéndole que le quería, que su promesa se fue al cuerno. Era tan fuerte lo que sentía por ella que no podía evitarlo.

A pesar de que se habían reconciliado, Pablo era consciente que la desconfianza de Marizza hacia él seguía estando ahí, y que por mucho que se amaran, eso era lo que les fallaba como pareja. Pero él estaba dispuesto a hacer lo que hiciera falta para que su pareja funcionara de nuevo. Sabía que en algún momento debían hablar sobre ello.

Pero no ese día, ni durante las vacaciones. Por ahora solo iba a disfrutar de su reconciliación con Marizza, de su mamá y de las vacaciones.

Ese año iba ser las mejores vacaciones de toda su vida. Para empezar su papá no estaba para molestarle, su mamá estaba de vuelta, y, además, estaría acompañado de su novia. ¿Qué más podía pedir? Sonia les había invitado a pasar las vacaciones con ellos y él estaba más que encantado. Poder viajar con su novia y pasar los días en la playa con ella. Y entonces, un destello de deseo se apoderó de su cuerpo, cuando se imaginó a su novia en traje de baño.

No sería la primera vez que iba a verla en traje de baño. Aún recordaba a Marizza en la piscina de Bariloche y como su imagen se convirtió en los recuerdos recurrentes durante las semanas siguientes.

Para que engañarse, desde prácticamente que la conoció, solo pensaba en ella cuando se tocaba.

Pablo se acomodó en la cama, mientras escuchaba la respiración profunda de sus amigos, quienes tampoco se habían ido a sus casas y que al igual que él, lo harían durante el día.

Aprovechó que estaban dormidos, para meter la mano por debajo de las sábanas para acariciarse por encima del bóxer, mientras seguía pensando en Marizza. De verdad que ella le volvía loco. Le encantaba su novia.

Cerró los ojos y la recordó. Rememoró los besos del día anterior, como su cuerpo se apretaba fuertemente a él, y entonces sintió como el deseo se apoderaba de él. Se acarició de nuevo, tratando de no hacer ruido, mientras su miembro empezaba a estar duro, recordando el sabor de sus labios y su cuerpo debajo de él.

Marizza & Pablo - Tercera temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora