Pablo supo que iba a ver problemas en cuanto vio el rostro de su novia.
-Estaba deseando conocerte Marizza, tu papá me hablo mucho de vos. –Dijo la joven con una sonrisa en el rostro.
-A mí no me ha hablado de vos. Quizá porque podrías ser mi hermana. -Soltó de golpe Marizza haciendo hincapié que no le gustaba.
La cara de la mujer se torció ante el ataque, pero permaneció quieta e impasible.
-Marizza. – Dijeron Pablo y Martin a la vez.
-¿Qué? Es la verdad...
-Encantado, yo soy Pablo, el novio de Marizza. – Se adelantó Pablo para evitar que la mujer se sintiera incomoda.
-Pa, nosotros nos vamos a conocer a dar una vuelta por Bariloche, mientras tú te quedas con tu noviecita.
-Marizza, -masculló Martin, pero la pareja desapareció por la puerta. Dejando a Daniela y Martín confundidos.
Marizza arrastró a Pablo hacia la puerta y este se dejó llevar. Quería intentar tener una conversación con ella para evitar que siga siendo injusta con Daniela. Marizza caminaba a lado, con un evidente enfado mientras murmuraba.
-¿Vos te lo podés creer? Venimos acá para estar con él y pretende que estemos como si esto fuera un jardín de infantes, ¡Podría ser mi hermana!
-Dale, Marizza no es para tanto. No parece tan joven.
-¿Necesitas lentes? Le dobla la edad.
-Martín parecía que estaba muy ilusionado. Quizá es feliz con ella.
-¿Feliz con esa yegua?
-No la conocemos.
-Ni quiero conocerla... No quiero hablar más sobre esto. No quiero que me arruine este día, ¿Qué te apetece hacer?
Agarró su mano y disfrutaron el resto del día juntos entre risas y besos. A pesar de todo, Marizza consiguió olvidar el enojo con su papá. Cada vez que pablo trataba de hablar sobre ello, Marizza cambiaba de tema rápidamente.
Cuando el cielo empezó a oscurecerse, la pareja volvió a casa de Martin y como Pablo intuyo, su suegro estaba muy enojado cuando los recibió en la puerta.
-¿Ya se fue? – Masculló Marizza, entrando en la casa de Martín.
-Estoy muy decepcionado con vos Marizza. Pensé que ya no serías una nena de 5 años y no te comportarías como una que no respeta las decisiones de los demás.
-¿Qué quieres que haga? No me gusta se lo digo. No soy careta.
-Entendé de una vez que Sonia y yo nunca vamos a vivir juntos.
Por la reacción de Marizza, Pablo supo que Martin acababa de dar con el motivo real de su comportamiento.
-No es por eso.
-Sí que lo es. Sé que aun tienes la esperanza de que eso ocurra, pero acéptalo de una vez, nunca va a ocurrir, tu mama es feliz con Franco. Y yo también merezco serlo. Con otra persona que no sea tu mamá y Daniela me hace feliz. Y lo siento si a vos no te gusta, pero te la vas a tener que bancar.
-¿Y porque debo hacerlo? –Mascullo Marizza cruzando los brazos contra su pecho.
-Porque soy tu padre y porque igual que yo me banqué a Javier como tu novio, aunque no me gustaba, vos debes haces lo mismo. Respectarme como yo te respeto a vos.
Pablo, quien estaba a un lado escuchando la conversación, solo se cruzó de brazos, sin saber muy bien que hacer. No entendía porque Marizza se había puesto así por la novia de su papa cuando este parecía estar muy contento.
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Marizza & Pablo - Tercera temporada
Fanfiction¿Qué ocurrió tras el brindis con Marizza y Pablo? ¿Cómo fue su primera vez? ¿Siguieron juntos durante mucho tiempo?