From the sidelines

Capítulo 5 : La fiesta del lago

El agua está tibia en su piel, pero salada en su lengua. Izuku inclina la cabeza hacia atrás, sumerge la parte posterior de su cabello verde en el océano y relaja su cuerpo en la corriente de las olas. Piensa que le gustaría hacer que este momento dure para siempre.

Y cuando Izuku abre los ojos nuevamente y endereza la cabeza hacia adelante, se encuentra con la vista de Bakugo Katsuki, con los hombros hundidos en el agua salada, diciendo algo que realmente no pudo entender a través de sus oídos obstruidos por el agua, en el contexto de uno. de los atardeceres más hermosos que ha visto la ciudad de Ise.

Ise, al menos, es estático: en realidad no cambia mucho, al igual que su gente. A veces, el pensamiento es reconfortante. Otras veces, es sofocante.

Incluso las puestas de sol no cambian, siempre una hermosa variedad de colores pintando el cielo. Bocanadas de nubes en diferentes tonos de rosas, naranjas, rojos y morados. Pero, no importa cuán hermosa sea una puesta de sol, solo puedes verla tantas veces. No importa cuán delicioso sea un plato, solo puedes comerlo tantas veces. No importa cuán eufórica sea una canción, solo puedes escucharla tantas veces.

No importa cuán fácil y cómoda sea una vida, solo puedes vivirla por tantos días. Antes de que empieces a desear un cambio: anímalo, anímalo, deséalo más que cualquier otra cosa. E Izuku ha estado sintiendo eso desde hace un tiempo desde que pudo probar la libertad.

Aunque las puestas de sol eran hermosas, eran tan inmutables que Izuku a veces deseaba que lloviera. La lluvia durante los meses de primavera y verano en Ise no fue mucha, pero cuando llovió , llovió como el infierno.

Hoy no era uno de los días en los que Izuku deseaba que lloviera, porque entonces el brillo de la puesta de sol detrás del cabello rubio de Katsuki desaparecería. Porque entonces, el agua del océano no estaría tan caliente. Porque entonces, no habría el reflejo rosa del cielo en la superficie del agua como ahora.

Cuando regresó a la Tierra, Katsuki estaba chasqueando los dedos en su cara.

"Oi, Deku", la voz profunda de Katsuki llamó su atención, "¿Escuchaste una maldita palabra de lo que dije?"

Izuku parpadeó, recuperando todos sus sentidos en el momento, y luego respondió tímidamente: "No, lo siento". Estaba pensando en algo. ¿Puede repetir eso?"

El rubio puso los ojos en blanco pero lo hizo de todos modos, rebotando para saltar sobre la ola entrante, "Estaba diciendo que tuve un sueño anoche. Tú estabas en eso. Me desperté enojado porque tenía que verte en la vida real todo el maldito tiempo solo para volver a verte cuando duermo".

Izuku negó con la cabeza, salpicando agua en la cara de Katsuki. Habría aprovechado esta oportunidad para recordarle a Katsuki que solo tenían que verse una vez a la semana, pero en el pasado, por mucho tiempo que fuera, iban 2 o 3 veces a la semana, lo cual es una locura considerando el horario de Katsuki. La temporada del torneo estuvo repleta. Sin embargo, Izuku no iba a mencionarle ese hecho a Katsuki y potencialmente arruinar lo que fuera que eran.

"Me disculpo porque mi yo imaginario invadió tu sueño", Izuku se rió sarcásticamente y luego preguntó: "¿Qué estaba haciendo en tu sueño?"

Katsuki luego flotó de regreso al agua, soltó su cuerpo y cerró los ojos. Izuku lo miró y nadó más cerca, asegurándose de que el rubio no se alejara flotando en la corriente.

"Fuimos héroes. Y no fuimos a Ise High. Era una escuela con un nombre raro, dos letras o algo así. UE? ¿UA? No lo sé", Katsuki recordó su sueño, con los ojos aún cerrados.

"¿UA?" Izuku se rió, "Ese era el nombre de la escuela de héroes que se nos ocurrió cuando éramos niños, ¿recuerdas?"

"¿Era que?" Katsuki preguntó: "De todos modos, estaba diciendo. Éramos héroes. Tenía este puto poder genial, donde podía hacer que las cosas explotaran desde la palma de mis manos usando mi sudor".