CAPÍTULO 03

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Puedes con todo, pero no con todo a la vez

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Puedes con todo, pero no
con todo a la vez...

LM.

LION MILLER

Megan había estado ignorandome durante todas las demás clases, no podía evitar recordar el olor de su perfume y el caos tan profundo de su mirada.

Me fue difícil contener las ganas de reírme sólo, cuando la vi salir mirando para todos lados, parecía que estuviera huyendo o más bien estaba huyendo de mi.

Me pongo el casco y me dirijo a la casa, al llegar subo a mi habitación, me cambio y me voy directo al centro de la ciudad.

Aparco en el estacionamiento de una cafetería, ya había trabajado en varias cuando vivía en Rusia.

Me bajo de la moto y entro al lugar, hay varias chicas, las cuales dirigen su vista a mi apenas notan mi presencia. Me dirijo a una pequeña barra que hay y una señora de unos cuarenta y cinco años se me acerca.

—Hola querido, tu debes ser Lion, ¿verdad?— dice con una sonrisa enorme, a lo cual asiento —yo soy Teresa— era la misma mujer con la que había hablado por teléfono.

—Si, es un gusto— respondo neutro.

—Por lo que veo causas impacto positivo en el género femenino— dice señalado a las jóvenes de hace un momento, las cuales no habían dejado de mirarme —y estoy segura de que si trabajas aquí, la clientela femenina aumentará, así que estas contratado.

—¿Cuando empiezo?— pregunto, vaya, esto ha sido demasiado fácil.

—Ahora mismo querido— dice dándome un delantal y una gorra —el uniforme te lo daré en un par de días.

—Mm, gracias— digo poniéndome las prendas.

—No es nada querido, deberías ir a ver que quiere esa jovencita que acaba de entrar.

Volteo hacia donde me señala la señora con la cabeza y la veo, esta sentada en una mesa algo alejada del resto, esta leyendo un libro.

No puedo evitar sonreír, adivinen quién tiene alguien a quien molestar.

—Ya vuelvo— le digo a la mujer.

—Vamos campeón— dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Me acerco a su mesa y la detallo un poco más de cerca desde arriba, tiene una coleta alta la cual deja su rostro al descubierto, sus ojos estan puestos en el libro, sus mejillas estan un poco sonrojadas y sus labios estan entreabiertos.

Joder, que labios tiene esa chica.

Intento silenciar la voz de mi cabeza.

Pasaron unos segundos hasta que reaccioné, ella estaba tan concentrada en su libro que no se había dado cuenta de mi presencia.

Mi peligro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora