CAPÍTULO 07

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Pensaba que no, pero joder, como me gustas...

Meg.

MEGAN EVANS

¿No les he contado que cuando estoy nerviosa o tengo miedo suelo golpear a la gente?

Y ahí me encontraba yo, corriendo por la calle como una maldita loca después de haber golpeado en las pelotas a Lion, me había puesto nerviosa desde el momento en que entre a su casa y lo vi sin camisa.

Todos sabemos que te encantó, era como una tableta de chocolate.

Ambas sabemos que no solo yo quería lamer...

Silencio a toda costa la estúpida voz de mi conciencia.

No puedo creer que lo haya golpeado tres veces el mismo día, si seguía poniéndome así de nerviosa uno de estos días iba a terminar matándolo, su cercanía me afectaba en demasía y eso me preocupaba, no se que pretendía pero con ese golpe no creo que tenga más intenciones de hacerlo.

Fue como un "tenga para que se aleje".

Aunque no quiero que se aleje, las vistas que me brinda son increíbles.

Perra conciencia.

Me encontraba en mi habitación tomando el aire que había perdido después de la maratón, me siento en la silla giratoria y empiezo a dar vueltas, tengo esa costumbre, abro la laptop y miro mi blog, aún me sorprendía la cantidad de personas que me apoyaban, en serio son increíbles.

Luego de unos minutos miro por la ventana y me lamento segundos después, Lion caminaba por la habitación en toalla mostrando todo su torso, el cual no me prohibí de admirar, tiene los músculos marcados y un tatuaje en sus costillas, lo había visto de cerca esta mañana, era una especie de león. Mi vista fue obstaculizada cuando de un momento a otro su toalla se cayó, dejando a la vista su enorme miembro.

Madre míaaaaaaaa...

Alerta roja, alerta roja...

Houston tenemos un problema...

¿Es normal calentarse tanto solo con verlo? Es enorme y no puedo quitar la mirada de él, mi cara debe estar completamente roja, el ardor en mis mejillas me lo confirma, pero cuando alzo la mirada a su rostro.

Él me mira con una sonrisa de suficiencia y me guiña un ojo, ¿acaso hoy es el día de "humillemos a Megan"?, saco el dedo medio y cierro las cortinas tan rápido como puedo, creo que ni el rayo macQueen superaría la velocidad con la que lo hice, pero a que no adivinan, la tonta osea yo, enredo su pie en la silla, ¿cómo mierda pasó? No lo sé, pero ahora mismo me encontraba en el piso, golpeada, caliente y sin dignidad.

¿Pero cuanto mide esa cosa?

Hace calor aquí...

Me levanto sobando mi frente, me la golpeé al chocar el rostro con el piso. No puedo sacar la imagen de su miembro de mi cabeza, era enorme y madre mía, me calentaba más que el sol de verano.

Así pase toda la tarde, pensado en cosas grandes, intenté escribir algo en el blog, pero solo salían cosas como "que tus sueños sean muy grandes", "no te conformes con cosas pequeñas", " si tu meta es muy grande, cambia el plan pero no cambies la meta" en fin decidí que por hoy no publicaría nada más.

Luego de un rato bajo a la cocina por algo de comida, todo estaba oscuro y no pensaba prender las luces, me encontraba sola en casa y lo estaría hasta mañana, mis padres tuvieron que viajar de improvisto a donde mi abuelo.

Mi peligro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora