Lion es un chico con un pasado oscuro lleno de secretos que no está dispuesto a contar, pero a su vida llegará una joven de cabello negro y ojos caóticos llamada Megan dispuesta a descubrirlos a como de lugar. Al final ambos caerán en su propio jueg...
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No tuve miedo de mi, tuve miedo de que te lastimaran por mi.
LM
LION MILLER
Luego de dejar la casa de Megan después de que su mamá casi me mata, me dirijo a mi casa, todo esta destrozado, la casa está hecha un completo lío y mi habitación ni se diga, sin duda alguna habían estado buscando por cada lugar existente de la casa el pequeño objeto que cuelga de mi cuello.
Saco mi teléfono celular y llamo a mis tíos.
— Tenemos que reunirnos, tengan cuidado de que no los sigan, nos vemos en la bodega.
Luego de subir y darme una ducha, tomo un bolso y meto todas las cosas que necesito, voy al garaje, al igual que toda la casa, este está hecho un desastre, pero al menos no tocaron a peni, gracias al cielo.
Me monto a la moto y salgo a toda prisa de la casa.
Anoche había pasado algo que hacía meses no experimentaba, el placer de dormir toda la noche. No se porque, pero la calma que esa chica me transmite es extraordinaria que me aterra, es como si no importara nada más, como si estuviéramos en una burbuja solo ella y yo.
En la mañana cuando me despertó sentí calidez, sentí una extraña sensación de hogar, luego de la muerte de mis padres nada me había transmitido tanto, y por alguna extraña razón esa chica que acababa de conocer lo hacía.
No negare el hecho de que quería besarla, en realidad lo deseaba tanto, pero bueno, la vida me vive dando golpes.
La vida y Megan.
Esa chica escondía muchas cosas, el fuego en su mirada, era una de ellas.
Cuando me miraba fijamente sentía que podía derrumbar barreras, sus ojos tenían una infinidad de cosas, desde lo más tierno hasta lo más turbio, me transmitía una vibra perversa, algo dentro de ella me motiva acercarme, a descubrir cada parte de su mente, a escudriñar en los rincones de su alma, sin duda alguna, conocería sus más oscuros secretos.
***
Media hora más tarde me encontraba en una bodega bastante alejada de la ciudad con mis tíos.
— Hable con Simón y el los recibirá en Brasil, es de confianza— digo, poniendo los pasaportes y las identificaciones falsas en la mesa— ya conseguí un nuevo departamento.
— No podemos dejarte solo en esto— dice tía Lena entre lágrimas.
— Esto no tiene nada que ver con ustedes, este ahora es mi problema, y no permitiré que me arrebaten más personas importantes.
— Pero Lío...
— No tía, aquí todos sabemos que tengo que terminar lo que mi padre empezó.— no quisiera ser insensible, pero no tengo otra opción.
