Capítulo 4: El castigo de un conejo.

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Déjenme decirles que los subestimé, pero ya aprendí mi lección. 

No volverá a pasar :)

Este capítulo es más para hacer sufrir a Bell, aunque es leve, no tanto. 

Y ptm, me esforcé por hacer un capítulo corto pero como siempre sobre pasé las 11 mil palabras :v (casi 12 mil).

Es mi don, mi maldición. 

Otra cosa, no añadí la plática con Haruhime porque ya todos saben lo que se habla, que fue engañada, entregada, secuestrada y vendida. 

Hablando sobre héroes y esas cosas y después Haru lleva a Bell a una salida del distrito sin antes decirle que las prostitutas son la ruina de los héroes...


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¡¡¡HASHIMEOKAAA!!!

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¡¡¡HASHIMEOKAAA!!!

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Con la luna en su máximo esplendor y este mismo entrando por el balcón del piso más alto de [Belit Babili], una diosa de piel cobriza se encontraba en espera de otro dios.

*¡Clack!*

El sonido de la puerta siendo abierta y cerrada reverberó, mostrando a un apuesto dios adornado de su galante sonrisa.

Hermes.

-- He llegado, Ishtar.

Había sido traído aquí por el ayudante más cercano de Ishtar, Tamuz.

La diosa en cuestión llevó su vista hacia Hermes mientras encorvaba sus labios.

-- Me has hecho esperar demasiado, Hermes.

-- Bueno, me encontré con alguien a quien no esperaba ver aquí, eso me distrajo un poco. Me disculpo.

Se dejó caer de hombros mientras se excusaba y disculpaba, con su sonrisa siempre presente.

Danmachi: Amante del misterio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora