𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒑𝒂𝒓𝒕𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝟓𝟏𝟐 (Rusmex)

XV - FINAL

—Culo si no. Culo si no. Culo si no.— Hablaba para si mismo el tricolor latino, pues estaba parado enfrente de la puerta del país euro-asiático sin saber exactamente si lo mejor era tocar o no el timbre.— Bueno, de algo me tengo que morir.—Habló el mayor para si mismo, mientras sentía su cuerpo desvanecerse, sin embargo tocó una vez el timbre, queriendo correr por su vida.

Sin embargo él era un hombre y haría todo para entregarle esa carta personalmente a su amor platónico.

La puerta se abrió de a poco, sintiendo como su corazón quería salir de su pecho, a punto de desvanecer.

Sin embargo, este mismo se cayó al ver a una rubia que nunca había visto en la puerta.

No era Suecia.

¿Quién era esa mujer?

Seguramente su novia.

Claro, porque los hombres guapos y mamados siempre tienen novias bonitas sacadas de modelos de revistas de HOY o algo así.

—hola, ¿Buscabas a mi hermano?

Su, ¿qué?

—Si, está en su habitación, le diré que pase. Un gusto, soy Kazajistán.—Sonrió amablemente la chica, yéndose a llamar a Rusia después de darle el pase a su departamento.

Dándose cuenta por las fotos familias que si, la rubia bonita modelo sacada de una revista de Venga La Alegría era la hermana de Rusia, y al parecer no la única.

—¿México? —Al escuchar au nombre se sobresaltó al instante, y sin dejarle pensar los movimientos primero, su mente jugó la mala pasada. Entregó la carta en las manos del chico, entendiéndola enfrente de su rostro.

—Es para ti. Gracias y disculpa por todo lo que ha pasado con tu prima.

Sin embargo, lejos de que el menor se sintiera enojado, le dio una sonrisa cálida, mientras guardaba la carta en su bolsillo trasero.— ¿Quieres pasar a mi habitación? Eres bienvenido a quedarte a cenar sí lo deseas. Me han dicho que tu gastronomía es buena, estaría encantado de aprender del mejor.

OH MY GOD, EL CRUSH ESTABA INVITÁNDOLO A CENAR.
AHÍ TE VOY SAN PEDRO.

Sin duda, Dios tenía a sus consentidos.