Planes Malignos (Dr. Robotnik x Lector/a)

22. Esperando un bebé

—Finalmente, después de horas de arduo trabajo, lo he terminado.

Robotnik se declara orgulloso como puede estar. Todos los robots que creó eran como sus hijos y algunos de ellos incluso estaban programados para hablar.

—Es maravilloso, señor.

Stone asintió admirando el dron. Aunque, estaba mucho más concentrado en una tarea diferente. Por lo que recuerda, usted, la esposa de Robotnik, está pasando por un embarazo y tenía una cita hoy con su médico. Horas atrás cuando te fuiste ahí estaba el punto de asegurarte de que Ivo Robotnik supiera que la cita había terminado a las 5:00 de la tarde y ahora eran las 7:00 de la noche.

—Doctor, si me permite...

—Puedes.  —.Dijo con orgullo.

—¿Recuerda lo que dijo su esposa antes de irse, señor?   —.Preguntó Stone. Robotnik resopló.

—Claro que me acuerdo, ella tiene una cita a las 5:00 y necesitaría que la recoja...  —.Una vez que terminó se dio cuenta mirando el reloj solo para ver que eran pasadas las cinco y se olvidó de recogerte.

—Sí, señor, ella va a pensar que no la amas.- Robotnik se burló de la exclamación de Stone.

—Bueno, ¡no podemos permitir que piense eso!  —.El hombre alzo la voz y se acerco a su agente. —Ve a recoger a T/N y yo trabajaré en una disculpa.

Stone suspiró. Esto no es lo que el agente tenía en mente, pero serviría por ahora.

Tú, por otro lado, estabas sentada en un banco al costado del camino, con frío, molesta y un poco enojada porque tu esposo te dejó y te olvidó. Sin embargo, tu suerte cambió cuando un SUV negro familiar se detuvo junto a ti. Puede que llegara tarde, pero al menos estaba aquí. Tal vez sucedió algo en el laboratorio que hizo que llegara tarde y cuando te sentaste en el asiento del pasajero delantero no notaste nada diferente.

—Gracias, Ivo...  —.Suspiras cerrando la puerta y girándote para mirar a tu esposo, solo para descubrir que no era Ivo, sino su asistente.  —¿Stone?

—Sí, me envió a buscarte...  —.Frunce el ceño y enciende el auto. El hecho de que Ivo te olvidara no fue suficiente para molestarte, fue más la idea de enviar a su asistente a recogerte cuando se lo pediste.

—Mira, traté varias veces de recordárselo, pero él no estaba dispuesto.  —.Dice el agente. No dijiste nada que hubiera puesto a Stone en un lugar incómodo y todo el camino a casa estuvo en total silencio.

Una vez que llegaste a casa, fue bastante extraño que los drones no vinieran a saludarte o verificar tu identificación. Stone abrió la puerta principal y entró primero antes de hacerse a un lado y dejarte entrar. Stone se ofrece amablemente a recoger sus cosas y colgarlas.

—¿Stone? Cariño, ¿eres tú?  —.Ivo llama desde lo que parece ser la cocina.

—Estamos en casa, señor. Voy a volver a mi papeleo. Señorita T/N...  —.Él hace una reverencia y tú le das las gracias en silencio por llevarte a casa.

—Ivo...  —.Comienzas a dirigirte hacia la cocina con toda la intención de darle a Ivo una idea de tu mente, pero te detuviste cuando viste las decoraciones en la cocina.

—¿Sí, mi amor?

Habían pequeñas serpentinas rosadas colgadas en la entrada. En el mostrador había una bolsa grande y junto a ella algunos obsequios más pequeños con una caja de pastel a un lado. Echando un vistazo al pastel, estaba decorado con rosas moradas y glaseado de crema de mantequilla rosa.

—¿qué es todo esto?  —.Preguntaste sorprendida.

Ivo toma tus manos entre las suyas y se inclina para robarte un beso antes de alejarse.

—Quería celebrar contigo, quería mostrarte de qué genero era el bebé sin decírtelo...Así que llamé a la oficina del médico y, para mi sorpresa, me dijeron el sexo de nuestro bebé...  —.Le sonreíste dulcemente.

—Ahora, sé que me olvidé de recogerte y lo siento...Sin embargo, estuve trabajando todo el día para hacerte esto.

Levantas una ceja pero lo dejas continuar y detrás de él flota un dron cubierto con pequeños lunares rosas. Estabas a punto de interrogarlo cuando el dron comenzó a reproducir música y a cantar. Era la canción que le cantarías a tu hijo mientras tratabas de calmarlo por la noche.

—Ivo...  —.El doctor frunció el ceño.

—¿Tú qué, mi amor?  —.Te acercas y atraes al hombre para darle otro beso en sus labios.

—Me encanta y en este momento, tengo bastante hambre y ese pastel se ve delicioso.  —.Él se ríe y te da una cálida sonrisa.

—De nuevo, lo siento mucho, T/N...

—Lo sé, Ivo...Te perdono, pero tal vez quieras darle una disculpa a Stone...

...

•Fin•

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