16. Evil grows with love (16)

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(Aviso: contenido delicado, un poco de violencia y +18)


...


La frustración corría por sus venas y dilataba sus pupilas. Nada estaba saliendo como él lo planeó. El doctor controlaba todo, todo el tiempo. Había controlado su existencia, las exigencias de su trabajo y siempre anticipó las reacciones de los demás para nunca sorprenderse...O decepcionarse. Siempre se había asegurado de mantener su distancia de la humanidad, controlando sus emociones al mismo tiempo...Sus sentimientos, también. 


Todo era control, todo era predecible en la raza humana. Entonces, ¿por qué se sentía tan perdido? Nada iba como él quería. Todo estaba fuera de su control. Comenzando con esta parte que no encajaba correctamente, hasta este dron que se negaba a arrancar. A esas imágenes que seguían volviendo a su cabeza cuando cerraba los ojos. Robotnik no había salido de su laboratorio desde que cerró la puerta de golpe cuarenta y ocho horas antes, si Stone no había pedido ayuda, fue porque sus arrebatos episodios le hicieron saber que su jefe aún estaba vivo.


Probablemente se había quedado dormido, un sueño pesado pero inquieto, en el que su mente todavía lo torturaba mientras su cuerpo no podía soportarlo más. Era un humano, no una máquina. Pero se convenció a sí mismo de lo contrario. Con los ojos cerrados, volvió a ver su rostro, sus delicados labios que había devorado con envidia, su mano contra su rostro, la frustración de no sentir su piel a través del guante. Solo podía verla a ella.



El dron sobre la mesa voló en un ataque de ira, chocando contra la pared antes de estrellarse contra el suelo. El doctor se quedó helado antes de arrodillarse frente a la máquina, angustiado. Nunca se había comportado así con ellos. Pero...Miró el trozo de metal, sus ojos llenos de pánico, su corazón apretado en un vicio. Este dron era el que ella había neutralizado con una patada bien colocada de su zapato. Descargó su ira en este zángano, al no haber podido hacerlo en ella. Porque las últimas imágenes que le enviaron de vuelta fueron las de esta mujer y lo que sentía por ella. Deseo que le devoraba las tripas, que lo carcomía por dentro. Se negó a ver que le temblaban las manos, así que cargó la maquina contra él antes de llevarlo de vuelta a la mesa con la firme intención de ponerlo en marcha, tocando el frío metal y la ausencia de vibración electromagnética haciendo eco del vacío que sentía. 



En este dron, se visualizaba como estaba roto por dentro. Como el. Se mordió el interior de la mejilla. Control, había dicho en su interior. Se había jurado a sí mismo que su existencia lo había decepcionado, como otros lo habían desilusionado a el. No se suponía que la máquina estuviera molestando ahora, su mecanismo estaba plagado de años de negación, años de programación durante los cuales se había negado a sentir nada.




Estaba enojado porque ella viniera a joderlo todo. Contra él, que comparó con un virus en un sistema que había venido a corromperlo. A la vez que se sentía enojado el mismo, por dejar un resquicio en su programación. Un ruido en la mesa lo interrumpió, su visión se nubló y no entendía por qué. ¿Tenía los ojos llorosos? Al mirar lo que acababa de colocar sobre la mesa, Robotnik se dio cuenta de que no había notado la llegada de Stone a la habitación y que este último se había dado cuenta rápidamente de que ya no estaba en su estado normal.



—¿Que es eso?   —.Escupió, señalando el objeto, tenía un grifo en la parte superior y un asa para transportarlo mejor.

Planes Malignos (Dr. Robotnik x Lector/a)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora