Planes Malignos (Dr. Robotnik x Lector/a)

21. Feliz cumpleaños (2)

Incluso si Robotnik parecía haber cambiado de opinión, todavía estaba visiblemente contrastado por la situación en la que Stone y tú lo pusieron. Para él, este tipo de fiestas solo estaban ahí para entretener a los seres primarios y no veía ningún interés en participar en ellas. Tu entusiasmo se podía leer en tu rostro y tratabas de no prestar atención a la tensión que traía Robotnik, crujiente en su silla esperando temeroso los próximos eventos.

Cuando le trajiste el pastel, Stone había puesto sus manos frente a los ojos del Doctor para sorprenderlo y él había hecho una sutil mueca y mientras tú seguías cantando feliz cumpleaños.

—¿Quieres parar con esa canción? ¡Eso realmente me molesta y voy a cambiar de opinión y me iré de inmediato!

—Dijiste que comías pastel primero y... ¡Aquí está! —.Exclamas cuando Stone le permite admirar tu obra maestra. El doctor hizo una mueca.

—¿Qué has intentado hacer T/N?  —.Te lanzó con una mirada intrigada.  —Sabes que me gustan los rompecabezas, pero lo hiciste fuerte esta vez...

Te sonrojaste sin saber si era por vergüenza o por el hecho, de que hablaba con esa voz extraña...

—Yo...En realidad quería complacerte haciendo uno de tus drones pero...Puse la decoración demasiado pronto y ella..

—¿Desapareció?

—Si, eso pasó...

Estaba mirando el pastel, estaba realmente escondido y ni siquiera Stone puso una sonrisa divertida cuando te imaginó en tu cocina tratando de compensar la masacre. Robotnik se quedó sin habla, realmente preguntándose si no habías tratado de envenenarlo.

—Usted... ¿Todavía quiere una parte, doctor?  —.Dices vacilante. Entonces sentiste como una sonrisa escondida debajo de su bigote mientras se encogía de hombros.

—No prestaré atención a la apariencia mientras lo como, ¿verdad?  —.Tu rostro se iluminó con una sonrisa.

—¡Pero antes de cortar el pastel, tienes que apagar la vela!  —.Fuiste a buscar un encendedor para la vela que pusiste en el centro del pastel. La pequeña llama bailó mientras la cera comenzaba a derretirse.

—¿Tengo que hacer qué?   —.Preguntó entonces intrigado.

—Nunca hiciste eso, ¿verdad?

—¡Ya te dije T/N! ¡Nunca me gustaron los cumpleaños!

Suspiras, ¿realmente tiene una vida fuera de sus máquinas?

—Piense en algo que realmente quieres, y una vez que estás listo, apagas esa vela.

—Superstición, agente T/N, ¿de verdad me toma por tonto?